Investigado por tener a 25 temporeros en una nave "en pésimas condiciones" en Santa Cruz de la Zarza (Toledo)

nave de Santa Cruz de la Zarza (Toledo)

Susana Palomo Gómez
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La Guardia Civil ha investigado a un hombre, de 52 años de edad, por un delito contra los derechos de los trabajadores. Esta persona había contratado a 25 personas para que trabajasen en distintas explotaciones agrícolas de la Comunidad de Madrid y les había alojado en una nave de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), sin la más mínima condición de habitabilidad donde convivían en pésimas condiciones higiénico-sanitarias.

El pasado mes de mayo, la Guardia Civil de Santa Cruz de la Zarza se percató de la nueva llegada de trabajadores temporeros a esta localidad, hecho que viene produciéndose desde hace varios años. Se trata de personas de nacionalidad rumana que se hospedan en este municipio pero que trabajan en explotaciones agrícolas dedicadas al cultivo de ajo y cebolla en la Vega del Tajo, en localidades madrileñas como Villamanrique de Tajo, Fuentidueña de Tajo, Estremera y Colmenar de Oreja.

La Guardia Civil les solicitó la documentación pertinente sobre pruebas COVID a estas personas, 10 mujeres y 15 hombres, y se interesó por el lugar donde se hallaban hospedados, siendo informados de que vivían en una nave ubicada en Santa Cruz de la Zarza y que trabajaban para una empresa agrícola con sede administrativa en Las Pedroñeras (Cuenca).

Cuando los agentes comprobaron las pésimas condiciones de habitabilidad en este lugar abrieron una investigación, denominada operación 'Ustoroi', ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Los agentes solicitaron al Ayuntamiento los posibles alojamientos existentes en la localidad destinados a trabajadores temporeros, facilitando desde el Consistorio tres ubicaciones. Uno de estos alojamientos era la nave donde habitaban estas 25 personas de origen rumano en pésimas condiciones y que trabajaban para la citada empresa conquense.

La Guardia Civil, ha informado en nota de prensa, comprobó que los otros dos alojamientos eran viviendas que mantenían las condiciones mínimas de salubridad donde vivían personas que trabajaban en explotaciones agrícolas de municipios de Madrid, pero para otra empresa distinta.

Seguidamente se realizaron gestiones para localizar al dueño de la nave investigada. El propietario informó a la Guardia Civil que se la había alquilado a un hombre, administrador de la empresa con sede en Las Pedroñeras, al cual ya se la había alquilado en años anteriores, y para un uso exclusivo de acopio de maquinaria o almacenaje.

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