Fiscal ve indicios "corroborables" de que los acusados son los autores del atraco de Yuncos
El fiscal ha mantenido su petición de penas por intento de asesinato de dos agentes de la Guardia Civil, uno de los cuales quedó parapléjico mientras que su compañera tiene baja permanente. Penas que mantiene porque ve "indicios corroborables" de que los tres principales acusados son los autores materiales del atraco con violencia de un supermercado en Yuncos, en Toledo, el 5 de octubre de 2013. Para los tres principales acusados mantiene la petición de más de 50 años de cárcel para cada uno. Les acusa de dos intentos de asesinato y robo con intimidación y violencia como delitos más graves.
Estaba previsto que este viernes quede visto para sentencia el juicio que desde el martes 16 de mayo se sigue en la Audiencia Provincial de Toledo contra seis hombres y una mujer, detenidos todos ellos cuando iban a cometer un robo en el polígono Polvoranca de Leganés, aunque puede prolongarse porque aún no han concluido la exposición de conclusiones de todas las partes.
Durante tres horas el fiscal ha desgranado sus conclusiones de la vista oral y ha pormenorizado los motivos por los que considera a los acusados autores de los delitos, haciendo hincapié en las caretas de látex utilizadas para el robo al Mercadona de Yuncos o las distintas versiones ofrecidas por el único acusado que ha admitido que estuvo en el robo, Angel García Caro, quien ha exculpado a los otros dos implicados en disparar a los agentes.
Ha destacado el "nivel de profesionalización" del grupo y que el atraco formaba parte de un plan "criminal conjunto" en el que "todo" estaba medido, incluso alterar la complexión física con chalecos antibalas y el acento para simular que eran de origen de Europa del este.
Durante este atraco, el guardia civil Román David Gómez quedó parapléjico por un disparo que recibió en el cuello en tanto que su compañera sufrió trastorno de estrés postraumático a raíz de los al menos siete disparos que los atracadores realizaron al vehículo en el que se encontraba -disparos "a la altura de la cabeza", ha precisado hoy el fiscal- y que tiene incapacidad permanente.
Para los otros cuatro acusados que se sientan en el banquillo las penas oscilan entre los diez años y los dos años y medio, aunque dos de los procesados rebajarán su petición de penas por llegar a acuerdos. Se les acusa de pertenencia en banda criminal o intento de robo, entre otros.