El veto migratorio de Trump se topa con un mayoritario rechazo internacional

Elena Garcia Fermosel
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El veto migratorio a ciudadanos de siete países musulmanes de Trump se está topando con un mayoritario rechazo internacional. En España, el propio ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha defendido la libre circulación de personas.

También la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha criticado este veto. Llega  incluso a compararlo con otros lideres totalitarios del pasado. Antes del pleno, la alcaldesa ha clamado contra la "vulneración de los derechos humanos" que está llevando a cabo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ha recordado, sin citarlo, que "también" Adolf Hitler llegó al poder con el apoyo de muchos de sus conciudadanos.

Unas declaraciones que ha rechazado la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Esperanza Aguirre, ha rechazado  "con la máxima contundencia" la comparación que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha establecido entre Hitler y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Tras escuchar estas palabras, Esperanza Aguirre ha dicho que Trump "podrá gustar o no gustar" y que a ella hay muchas cosas que no le gustan pero ha pedido a la alcaldesa no dar "lecciones de democracia" a los estadounidenses.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Husein, afirmó hoy que el veto temporal del presidente de EEUU, Donald Trump, a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, es "ilegal", "malvado" y desperdicia recursos para la lucha contra el terrorismo.

Y es que el veto  temporal a la entrada de refugiados y ciudadanos implantado por Trump está provocando una ola de protestas dentro y fuera de nuestro país. De hecho Amnistía Internacional ha convocado varias manifestaciones en ciudades británicas para protestar contra la política migratoria impuesta por el presidente de Estados Unidos. De hecho, los partidos de la oposición británica han pedido al Gobierno que no reciba a Trump. Visita, que de momento se mantiene a pesar de las protestas. Más de un millón de ciudadanos de Reino Unido han firmado una petición dirigida al Gobierno para que impida que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realice esta visita.

También la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, ha lamentado que "el mismo país que tomó como esclavos" a muchos africanos haya decidido ahora prohibir la entrada de refugiados de este continente. Dlamini-Zuma denunció así la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, contra ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, que calificó como "uno de los mayores desafíos a la unidad y solidaridad" de África, durante su intervención en la cumbre anual de la UA.

En esta misma línea, el secretario general de la ONU, António Guterres, presente en la cumbre, recordó que los países africanos acogen a la mayor población de refugiados del mundo. "Las fronteras africanas siguen abiertas para todos los refugiados que necesitan su protección mientras las fronteras en muchos otros países están siendo cerradas, incluso en las partes más desarrolladas del mundo", dijo Guterres, que recibió la ovación del plenario.

La Comisión Europea ha avisado a la Administración de Donald Trump de que "garantizará que no haya discriminación" a los ciudadanos europeos con doble nacionalidad derivada de la orden ejecutiva que veta la entrada en Estados Unidos de los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, algo que estudian sus servicios jurídicos.

El Parlamento iraquí ha pedido al Gobierno del país actuar con reciprocidad ante el veto temporal emitido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el que prohíbe a ciudadanos de siete países musulmanes su entrada a EEUU, entre ellos Irak. Desde el Gobierno iraquí han pedido a Estados Unidos que reconsidere su prohibición de viaje al país impuesta a los iraquíes ya que considera que se trata de una decisión equivocada, según ha informado el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

En Estados Unidos, aparte de las protestas que ha desatado la medida, el expresidente Barack Obama, ha hecho público un comunicado en el que critica la orden ejecutiva firmada por Trump y respalda las manifestaciones en su contra a lo largo y ancho del país. Obama está en desacuerdo con la noción de discriminar a las personas por su fe o religión. Es la primera vez que el expresidente critica a Trump, rompiendo así la regla no escrita de que los exmandatarios evitan criticar al que, en la actualidad, sea el inquilino de la Casa Blanca.

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