Se duplican los accidentes de tráfico causados por animales: más frecuentes en Cuenca y Guadalajara
Cada vez es más frecuente ver en las ciudades y alrededores jabalíes, corzos, ciervos o zorros, animales que hasta hace poco eran más presentes en las inmediaciones de las carreteras de zonas rurales.
A causa del progresivo abandono del medio rural, la falta de control poblacional de especies cinegéticas e incluso la pandemia, muchos animales han perdido el miedo a adentrarse en zonas urbanas, lo que se ha traducido en un importante aumento de este tipo de accidentes.
De hecho, el número de accidentes de tráfico vinculado a animales se ha duplicado en los últimos cinco años y su proporción frente al total de siniestros se ha incrementado un 71%. Según un estudio de Línea Directa Aseguradora ha contabilizado entre sus clientes casi 11.400 incidentes de este tipo entre 2017 y 2021.
¿Dónde es más frecuente?
En cuanto a su localización geográfica, Soria (9%) es la provincia española con mayor proporción de accidentes contra animales, seguida de Teruel (4,4%) y Huesca (4%). En el lado opuesto, las provincias de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas y Baleares, todas insulares.
En cuanto a Castilla-La Mancha, Cuenca (2,7%) y Guadalajara (2,2%) son las provincias con mayor número de siniestros de este tipo, ocupando los puestos 9 y 12 de España, respectivamente. Les siguen Albacete (1,2%), Ciudad Real (0,8%) y Toledo (0,5%), todas por encima de la media nacional.
Accidentes graves
Estos siniestros son cada vez más graves y complejos. El coste medio de las indemnizaciones por daños corporales se ha incrementado un 104% entre 2017 y 2021 frente al 13,6% de los accidentes comunes. Esta complejidad también alcanza a las reparaciones de los vehículos, 2,4 veces más caras que las de un golpe normal, y a las gestiones, un 38% más lentas.
Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio ‘Animales en la carretera: Un peligro mortal. Accidentes contra animales en las carreteras españolas (2017-2021)’ elaborado por Línea Directa Aseguradora.
Según Santiago Velázques, Directora de Comunicación de la Fundación Línea Directa Aseguradora, ha explicado en CMM que i sufrimos un accidente de este tipo, "es fundamental contar con un atestado policial que permita a la aseguradora reclamar a los responsables del animal”.
¿Cómo son los accidentes contra animales?
Debido a la velocidad a la que se circula por carreteras interurbanas y el tamaño de los animales atropellados, hace que la mayoría de los accidentes se sean violentos y peligrosos. Suelen suceder en entornos rurales, de noche (61%), en fin de semana, en otoño (34%) y con jabalíes o perros como protagonistas. En cuanto al tipo de vía, dos de cada tres siniestros se producen en carreteras convencionales (64%), aunque en los últimos cinco años se han multiplicado por tres en las zonas urbanas y ya suponen el 22% del total.
Reclamar: misión imposible
Hace ocho años se aprobó la Ley 6/2014 que trasladaba la responsabilidad de estos accidentes al conductor, que, salvo casos muy concretos, no puede reclamar al coto o a la finca por los daños sufridos. La normativa solo permite exigir responsabilidades si el siniestro es consecuencia directa de una acción colectiva de caza mayor en el mismo día o doce horas antes del golpe o porque la carretera no esté debidamente vallada o señalizada.
Por otra parte, si el accidente sucede por un animal doméstico, el artículo 1.905 del Código Civil señala que los dueños de estos animales serán los responsables de los daños que causen, aunque el problema es que muchos de ellos están abandonados o carecen de identificación. Una situación que puede generar muchos problemas a los conductores, ya que solo el 40% de los automovilistas cuentan con seguros que pueden cubrir los daños causados en estos accidentes.
Desde el cambio de la norma, apenas el 6% de los daños causados por animales son indemnizados por sus dueños, frente al 43% que registraban los siniestros anteriores a 2014, siete veces menos. Por comunidades, Castilla–La Mancha, con solo un 1%, es la región donde menos prosperan las reclamaciones, seguida por la Comunidad de Madrid. En el lado opuesto se encuentran La Rioja y Navarra.