TRIBUNALES
El cura juzgado por abusos sexuales y ciberacoso a menores en Cuenca reconoce los hechos para no ir a prisión
La Fiscalía pedía once años y medio de cárcel pero el acusado podría no ir a prisión tras reconocer los hechos por los que es juzgado
Este jueves ha comenzado el juicio a un cura, de 33 años, acusado de dos delitos de abusos sexuales a menores en 2020, y uno de ciberacoso sexual a otra menor.
No irá a la cárcel
El sacerdote acusado de abusos sexuales a menores en la provincia de Cuenca ha sido condenado a cuatro años de prisión pero podrá evitar la cárcel por haber reconocido los hechos, siempre y cuando cumpla las condiciones interpuestas por la Fiscalía.
Tras el reconocimiento de los hechos, la Fiscalía ha modificado sus conclusiones provisionales y ha pedido dos años de prisión por cada uno de los delitos de abusos sexuales cometidos en 2020 sobre un chico y una chica, ambos de 13 años, y doce meses de multa por un delito de 'child grooming' o ciberacoso sexual, sobre otra menor de 15 años.
¿Cómo elude la cárcel?
Además, el sacerdote no podrá acercarse a menos de 200 metros a los dos menores víctimas de abusos durante un período de diez años, y de tres años en el caso de la víctima de ciberacoso. Por otra parte, no podrá desempeñar ninguna labor que conlleve contacto con menores durante 19 años y se impone un período de 13 años de libertad vigilada.
Para eludir la cárcel, el sacerdote tendrá que seguir un curso de formación en educación sexual, tendrá que realizar trabajos en beneficio de la comunidad y no podrá ir a la localidad conquense en la que sucedieron los hechos.
En declaraciones a los medios de comunicación tras la vista, la fiscal jefe de Cuenca, María Isabel Gómez, ha recordado que si incumple alguno de estos requisitos sí que tendrá que ir a prisión.
Según el escrito de conclusiones provisionales, los hechos sucedieron en el verano de 2020 cuando el acusado era párroco en una localidad de Cuenca, sin especificar dónde por para preservar la identidad de la víctima, permitía a los niños jugar en su domicilio particular y en otro inmueble, propiedad de la Iglesia, conocido como “casa del cura”.
Aprovechaba el juego de las "tinieblas" para realizar tocamientos a los menores
Afirma el Ministerio Fiscal que el acusado jugaba con los menores al juego de las “tinieblas”, y que, aprovechando su condición de sacerdote y la confianza depositada por los progenitores de los menores, realizaba tocamientos en los pechos a una menor y en los genitales a un menor, ambos de 13 años.
Asimismo, el 5 de agosto mantuvo una conversación por Whatsapp, de madrugada, con una menor de 15 años, con frases de “inequívoco sentido sexual”, y la citó al día siguiente en su domicilio particular, pero la menor no acudió y sus padres pusieron los hechos en conocimiento de las autoridades eclesiásticas.
Esto motivó, según el escrito, la apertura de un expediente sancionador y que la Oficina Diocesana de Abusos trasladase los hechos a la Fiscalía, lo que se tradujo en la interposición de una querella en julio de 2022, aunque los representantes legales de los menores manifestaron entonces su deseo de no formular denuncia.
Por cada uno de los delitos de abuso sexual se pedía para el acusado cinco años de cárcel, ocho de libertad vigilada y diez años en los que no se podrá acercar a menos de 200 metros de las víctimas ni podrá desempeñar labores relacionadas con menores.
Por el delito de ciberacoso a una menor, el Fiscal solicitaba un año y seis meses de prisión, con cinco años de libertad vigilada, otros tantos de inhabilitación para realizar trabajos con menores, y tres años de alejamiento de la víctima a más de 200 metros y prohibición de comunicarse con ella.
Asimismo, el acusado deberá indemnizar con 3.000 euros a cada uno de los menores.