Semana de cambios bruscos: 38º en el valle del Tajo, calima y tormentas

Los próximos siete días en Castilla-La Mancha van a ser muy variados en lo que al tiempo se refiere. Pasaremos del calor intenso de este jueves y viernes a las tormentas y desplome de temperaturas. 

Desde el miércoles y hasta el viernes, los termómetros van en ascenso hasta tocar techo este viernes con los más de 38 grados que se prevén en los mercurios (recuerden la previsión se fija en termómetros situados a la sombra). En el valle del Guadalquivir se esperan incluso los 40 grados en el Guadalquivir. Eso ocurrirá antes de la llegada de un fin de semana pasado por agua.

Y por si esto fuera poco, se prevé también la llegada de polvo en suspensión (calima) que junto a las altas temperaturas forma una combinación con riesgo para la salud de personas vulnerables, bebés o personas mayores y con patologías previas.

El viernes en Castilla-La Mancha se superarán los 36-38 grados, especialmente en el Valle del Tajo donde se activará a la una de la tarde el aviso amarillo por altas temperaturas. calor que se prevé hasta las nueve de la noche. 

Este día empezarán a crecer las nubes de evolución, con tormentas aisladas, pero que localmente podrían ser fuertes y estar acompañadas de granizo y también de barro, puesto que ya se notará la calima, sobre todo en el sur y centro peninsular.

A partir del viernes, una borrasca atlántica se acercará a la península y provocará un aumento de la inestabilidad, con lluvias, especialmente por la tarde.

Lluvias acompañadas de tormentas, localmente intensas y acompañadas de granizo, y con temperaturas que aunque bajarán entre ocho y diez grados. Como ejemplo Toledo pasará de los 38 grados del viernes a los 25 grados del sábado. 

Para el fin de semana, la influencia de las bajas presiones afectará a la península e inestabilizará la atmósfera con lluvias en forma de chubascos.

Para el domingo continuará el tiempo revuelto y las temperaturas seguirán bajando. 

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