Se busca comerciante para salvar un negocio con solera en Ciudad Real

La falta de relevo generacional es la puntilla que acaba con muchos negocios de barrio, los de toda la vida, que se ven obligados a bajar el cierre para siempre después de décadas dando servicio.

Es la realidad a la que se enfrenta los comercios más tradicionales, los que ofrecen de manera directa bienes o servicios específicos, con una cartera de clientes estable, y que, en muchos casos, se han convertido ya en instituciones en nuestros pueblos, barrios y ciudades. 

Treinta años de cercanía y asesoramiento 

Y esta es, precisamente, el escenario de incertidumbre que afronta  "Julián Tejidos", todo un referente del comercio de proximidad en Ciudad Real. Aquí lleva más de treinta años vendiendo telas a vecinos de la ciudad y municipios cercanos.

Por su mostrador, han pasado varias generaciones en busca no sólo de tejidos para confeccionar prendas, sino también de cercanía, consejo experto y trato personalizado, una de las señas de identidad que suele caracterizar al comercio de barrio. 

Su propietario, Julián, con cinco décadas de experiencia en el sector, ya está preparando su jubilación, pero antes de bajar la persiana de forma definitiva quiere encontrar a alguien que continúe no sólo con el negocio, sino con una tradición que ha contribuido a vestir a miles de "dulcineas" en la ciudad.