Aumentan los casos de ahogamientos mortales en España, menos en Castilla-La Mancha y otras seis comunidades
En Castilla-La Mancha, murieron dos personas por ahogamiento en piscinas de la región en julioos 2019
Tres al día, setenta y nueve personas este mes de julio. Son las cifras de personas que han muerto ahogadas según la Federación de Salvamento y Socorrismo. Esta organización junto a Cruz Roja realizan talleres este verano para concienciar a la sociedad sobre un problema ante el que, consideran, no se están actuando porque creen que si hubiera la misma actitud que ante los muertos en los carretera las cifras serían distintas.
219 ahogados en lo que va de año
Este mes de julio va camino de convertirse en el segundo peor en la serie registrada por el informe nacional de ahogamientos. Ya han muerto 20 personas más en el mar y otros espacios acuáticos que en julio de 2018 y el mes todavía no ha terminado.
En lo que va de año son ya 219 los fallecidos, frente a los 182 el mismo periodo del año anterior, un 19 por ciento más.
Los fallecimientos han aumentado en todos los espacios acuáticos salvo en los ríos, donde han pasado de 41 a 36. Se han registrado 86 en las playas, 26 en piscinas y 49 otros espacios acuáticos.
Dos muertos por ahogamiento en Castilla-La Mancha
En Castilla-La Mancha comenzó la temporada de baño ha comenzado con una quincena especialmente negra. Ya que en los primeros quince días de julio dos personas perdieron la vida por ahogamiento en piscinas de la región.
?2 personas han muerto ahogadas en Castilla-La Mancha en la primera quincena de julio.
Plan de seguridad acuática
La federación lleva más de una década reclamando un plan estatal de seguridad acuática, que sea de aplicación en todo el territorio nacional y la creación de una estructura administrativa, al menos con rango de dirección general que se encargue de su ejecución, con competencias en formación, prevención y regulación.
Una normativa estatal sería fundamental, a su juicio, para evitar los problemas con los servicios de socorrismo que se están produciendo en las comunidades autónomas, que tienen sus propias regulaciones.
La federación considera también necesaria una estandarización de las banderas, que pueden variar entre una playa a la del lado hasta en una misma comunidad porque son los municipios los que deciden, lo que hace más difícil comunicar a los bañistas las advertencias.