Amplio despliegue policial en el juicio contra 3 hermanos del clan de los Cádiz

Amplio despliegue policial en la Audiencia de Ciudad Real donde este martes ha arrancado el juicio contra tres hermanos, pertenecientes a la familia conocida como los 'cazurros de Cádiz' por la muerte de una hombre, perteneciente a otro clan, al de los Flores, tras una disputa entre familias en Ciudad Real. El fiscal pide 33 años para cada uno de los hermanos, acusados de  un delito de asesinato, otro de conducción temeraria en concurrencia con intento de homicidio y un tercero por tenencia ilícita de armas.

Un amplio despliegue policial que busca garantizar la seguridad de todos los asistentes a este juicio. Fundamental en la vista la declaración de la viuda de Diego Flores, la víctima, que vio cómo ocurrieron todos los hechos. A los tres acusados se les pide que se las aplique la agravante de reincidencia, dado que todos tienen condenas por hechos violentos en otros intentos de homicidio. El juicio está previsto que se prolongue durante unos tres días.

Los primeros en declarar han sido dos de los hermanos. Ramón ha reconocido los hechos y ha desvinculado a sus hermanos. Su abogado ha aportado durante el juicio un informe en el que se recoge que el acusado sufre trastorno de personalidad. Otro de los hermanos acusados, José, niega que hubieran planeado el asesinato y afirma no recordar nada del accidente que provocó la muerte de Diego Flores.

Antecedentes

La disputa entre familias se inició tras la separación de una pareja compuesta por un miembro de cada una de las familias. Tras un primer intento de homicidio, la familia de 'los Cazurros de Cádiz' se trasladó a vivir a Linares, a Jaén. Allí, según señala el escrito de acusaciones, idearon un plan para acabar con la vida de la víctima, razón por lo que se trasladaron de nuevo a la provincia de Ciudad Real el 23 de junio de 2014.

Según las conclusiones provisionales, los acusados se toparon con la víctima en la autovía A-43, entre Ciudad Real capital y Torralba y acabaron sacándola de la carretera, para después rematarle de dos tiros en la cabeza. Rencillas familiares que vienen motivadas por la tutela de unos menores.  La defensa pide la libre absolución de los 3 acusados.