Alertan del riesgo de extinción del cultivo del azafrán en Castilla-La Mancha
La Denominación de Origen Protegida (DOP) Azafrán de La Mancha ha alertado este jueves del riesgo de extinción del cultivo del azafrán en Castilla-La Mancha y ha reclamado ayudas directas para nuevas plantaciones.
El Patronato de la Fundación Consejo Regulador de la DOP ha señalado que el cultivo está en una situación "límite", tanto que en la actualidad existe un "evidente riesgo" de extinción de la especia, a no ser que se adopten medidas de apoyo financiero que incentiven la puesta en marcha de nuevas plantaciones y el mantenimiento de las actuales.
En este sentido, ha indicado que a las razones que históricamente arrastra y que "nunca se han tratado de forma eficaz" por parte de ninguno de los actores involucrados, se añaden otros dos factores como son la ausencia de un mercado de cormos con las suficientes garantías sanitarias y de control y la "vertiginosa" caída del rendimiento de la producción de azafrán asociada a la disminución de la floración.
Según la DOP, hay indicios que apuntan al cambio climático como uno de los principales motivos de esta disminución, ya que el incremento de las temperaturas del otoño provoca el aborto floral y perjudica la producción de la especia.
En concreto, se ha registrado una caída en el rendimiento superior a 5 kg/ha entre los años 2015 y 2021 y una producción en 2021 que es la menor obtenida en la zona de Denominación de Origen desde su constitución en 1999.
Por todo ello, la DOP ha apremiado a buscar una solución "eficaz" que permita salvar este cultivo y ha exigido "de forma urgente" al Gobierno de Castilla-La Mancha que dentro de los Planes de Desarrollo Rural (PDR) de la Política Agraria Común (PAC) que se abre en 2023, se incluyan como medida agroambiental ayudas tanto para la puesta en marcha de nuevas plantaciones de azafrán como para el mantenimiento de las ya existentes, y que así se dé el "espaldarazo definitivo" al sector.
El objetivo es poder alcanzar una superficie de 500 hectáreas de este cultivo en un plazo máximo de cinco años, y la DOP ha calculado que si los costes actuales para plantar una hectárea son de 50.000 euros, la ayuda para nuevas plantaciones debería cubrir el 50 por ciento y, por tanto, sería necesario un incentivo de 25.000 euros, lo que supondría una inversión de 12,5 millones de euros.
Asimismo, para el mantenimiento anual, cuyos costes oscilan entre los 5.000 y 15.000 euros, las ayudas al menos deben cubrir el 50 % de la cifra inferior, por lo que el incentivo debería ser de 2.500 euros por hectárea; por lo que en total serían necesarios 18,75 millones en el periodo de cinco años del PDR.
EFE