ALBACETE
Juzgan al dueño de una tienda por tocar el pecho a dos menores en Albacete
Se enfrenta a seis años de cárcel, tres por cada uno de los delitos
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete tiene previsto juzgar este martes al dueño de una tienda acusado de haber tocado el pecho a dos menores cuando entraron en su comercio, por lo que se enfrenta a seis años de cárcel, tres por cada uno de los delitos.
También se pide una indemnización de 3.000 euros para cada una de las dos niñas -que en el momento de los hechos tenían 13 y 11 años de edad-, según consta en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso EFE.
En el escrito no se detalla en qué localidad ocurrieron los hechos, si bien el caso lo vio en primera instancia el juzgado de Casas Ibáñez (Albacete).
El Fiscal, que indica que los hechos ocurrieron el 1 de mayo de 2019, explica que el procesado se encontraba en el establecimiento del que era titular, al que acudió una menor de 13 años para comprar unos detalles y se dirigió a un pasillo, hecho que aprovechó el acusado "para acercarse a la citada menor y señalarle unas muñecas".
Le preguntó si le gustaban "al tiempo que, con ánimo libidinoso y con el objetivo de satisfacer sus deseos sexuales, cogió a la menor y, mientras con una mano señalaba las muñecas, la otra se la puso en la manga de la camiseta y se la metió debajo de la axila, moviéndola hasta llegar al pecho, que comenzó a tocarle por encima de la ropa".
Tocamientos hasta en dos ocasiones
La menor abandonó el local, aunque volvió tras veinte minutos para coger unos regalos, cuando el procesado se acercó por detrás, sin que se diera cuenta, y volvió a tocarle los pechos por encima de la camiseta, según relata en el escrito.
Además, indica que cuando la víctima abandonó la tienda, una de las compañeras que había acudido junto a ella en un viaje de fin de curso hasta la localidad, y que en ese momento tenía 11 años, entró al local y preguntó al acusado el precio de unas camisetas.
El escrito detalla que el procesado aprovechó para, con idéntico ánimo lúbrico, ponerle la mano en el hombro para ir bajándola hasta tocarle los pechos por encima de la ropa.
La menor, que ya había sido advertida del comportamiento del acusado por la otra víctima, apretó con su brazo la mano del acusado para resistirse, apartándole la mano y abandonando el lugar corriendo. EFE