SUCESO
Muere el exfutbolista del Albacete, Pelayo Novo, tras ser arrollado por un tren
Hace cinco años, cuando era jugador del Albacete, sufrió una caída desde una tercera planta que le obligó a retirarse del fútbol, aunque no del deporte.
Pelayo Novo, de 32 años, exjugador del Albacete Balompié, ha fallecido tras ser atropellado por un tren de la línea que une Oviedo y Siero el pasado martes, 28 de febrero. Ha tenido lugar en la localidad de La Corredoira, en Asturias.
El jugador formaba parte de la junta directiva de la Federación Asturiana de Tenis y había vuelto al deporte gracias al tenis silla, tras recuperarse de una caída que, siendo aún futbolista del Albacete, le obligó a pasar por el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
Por este accidente conmocionó al mundo del fútbol hace cinco años cuando era jugador del Albacete: sufrió una caída desde la tercera planta del hotel en el que se hospedaba el equipo albaceteño.
La caída le provocó varias fracturas antes de jugar un partido contra el Huesca en El Alcoraz. Tras aquel accidente tuvo que abandonar el fútbol, aunque no abandonó la práctica deportiva.
Reacciones a la tragedia
"Estamos con el corazón roto. Lamentamos en el alma el fallecimiento de Pelayo Novo, capitán de nuestra Fundación. Familia y amigos, estamos con vosotros", rezaba la nota del Real Oviedo, equipo en el que se formó y en el que jugó en Segunda B hasta los 21 años.
Fue en ese momento, en la temporada 2012-2013, cuando dio el salto a Segunda y allí defendió las camisetas de Elche -en dos etapas-, Córdoba, Lugo y Albacete, clubes que también han lamentado la pérdida del ovetense.
Así mismo, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha lamentado la muerte de Pelayo Novo mediante un tuit en el que ha escrito: "recordaremos siempre su sonrisa a pesar de las dificultades vividas. Un sentido abrazo a su familia y amigos".
El vacío que deja la pérdida de 'Pela', como le conocían todos aquellos con los que compartía ratos de tenis y fútbol, es igual de grande que el ejemplo que el ovetense ha rubricado en estos últimos años, en los que se convirtió en todo un modelo de superación para quienes, como él, sufrían algún tipo de discapacidad.
"Le doy un valor tremendo a los detalles, porque no resulta nada sencillo que la gente te tenga de esta manera en su corazón, y eso es algo que me llena de orgullo y gratitud", comentaba el propio Pelayo hace justo un año, cuando recibía el Premio Herrerita que concede el oviedismo a sus figuras.