SUCESO
Detenidos por robar en iglesias, farmacias y un ayuntamiento de Albacete y otras provincias
Los detenidos, con antecedentes recientes, sustraían las joyas que portaban las imágenes religiosas y el dinero del limosnero.
Cinco hombre, de entre 20 y 30 años de edad, han sido detenidos como presuntos autores de 24 delitos de robo con fuerza, principalmente en lugares de culto, farmacias, estaciones de servicio y otros establecimientos públicos. También se les acusa de pertenencia a grupo criminal.
En concreto, en la provincia de Albacete se cometieron 12 delitos, 6 en la de Alicante, otros 2 en la de Murcia y 4 en la de Granada.
Los detenidos tienen antecedentes recientes por hechos similares.
La @guardiacivil_ab desarticula un grupo criminal dedicado al robo en lugares de culto, farmacias, bares, gasolineras, etc. Se han esclarecido 24 hechos delictivos, cometidos en las provincias de Albacete, Alicante, Murcia y Granada (operación "UNIATA") https://t.co/LplNIAKWcJ pic.twitter.com/AJUWqA2kmn
— Guardia Civil Albacete (@guardiacivil_ab) June 22, 2023
La Guardia Civil tuvo conocimiento de que se estaban produciendo varios robos en la sierra de Alcaraz, todos ellos cometidos en establecimientos públicos, como iglesias, farmacias, gasolineras, bares y hasta en un ayuntamiento.
Tras realizar las investigaciones pertinentes durante meses, la Guardia Civil identificó un "modus operandi" idéntico en la comisión de todos estos robos: todo apuntaba a que se trataba de los mismos autores, especializados, principalmente, en el robo de iglesias y farmacias.
El "botín" que se llevaban
En los robos a los lugares de culto, los detenidos sustraían las joyas que portaban las imágenes religiosas, así como el dinero existente en los limosneros. En las farmacias, que previamente violentaban, se apoderaban del dinero existente en las cajas registradoras.
Los agentes consiguieron identificar a todas las personas que formaban parte del grupo criminal desmantelado, asentadas en la provincia de Murcia, desde donde se desplazaban a las provincias limítrofes como la de Albacete, Granada o Alicante e incluso en la murciana, donde cometían los robos.
Se practicaron tres registros en las localidades de Los Garres-Murcia y Lorquí (Murcia), donde se intervinieron diversas joyas, procedentes de los robos en iglesias; 5.200 euros en efectivo, en billetes y monedas de distinto valor; varios teléfonos móviles; prendas de vestir y numerosa herramienta, alguna de ella utilizada en los robos.
La Guardia Civil también se incautó de un turismo propiedad de uno de los detenidos y otro sustraído en el garaje de una iglesia granadina, que ya se encuentra en poder de su legítimo propietario.
Recorrían cientos de kilómetros
El grupo criminal tenía una gran movilidad geográfica, no dudando en recorrer cientos de kilómetros en una sola noche como se pudo comprobar con la detención de cuatro de sus cinco integrantes en Murcia, cuando estos regresaban de la provincia de Granada, donde en distintas poblaciones granadinas cometieron el robo en una iglesia, otro intentado en otro templo, un tercero en una farmacia y el robo de un vehículo.
En el momento de realizar estas detenciones se les intervinieron joyas, dinero en efectivo, teléfonos móviles, además del vehículo en el que viajaban, que resultó intervenido.
¿Cómo realizaban los robos?
Antes de entrar a robar en las iglesias y farmacias, estudiaban el establecimiento y fracturaban las cerraduras de las puertas principales. Así era como accedían a su interior.
En pocos minutos sustraían todas las joyas y dinero posible, localizadas en las imágenes religiosas, limosneros y cajas registradoras.
Actuaban de forma muy activa, en estas zonas que conocían a la perfección, y utilizaba para sus movimientos vehículos que sustraían previamente en las proximidades de los lugares donde actuaban.
Robaban vestidos con ropa deportiva y con gorros en la cabeza que ocultaban su rostro, evitando su rápida identificación.
Eran los tres principales miembros del grupo criminal quienes planificaban y ejecutaban directamente los robos, cometidos generalmente en horario nocturno, seleccionando previamente los objetivos. El resto del grupo criminal realizaba labores menores, como las de vigilancia y protección, extremando las medidas de seguridad con el fin de no ser descubiertos.