Detenidas nueve personas en una operación contra el tráfico de drogas en Pozo Cañada (Albacete)

La Guardia Civil de Albacete ha detenido a nueve personas e investiga a otras seis, de entre 25 y 45 años, como presuntas autoras de un delito de tráfico de drogas y otro de pertenencia a organización criminal.

Registros y droga incautada

En los nueve registros realizados se intervinieron 634 gramos de cocaína de gran pureza (con la que se podrían haber elaborado 12.925 dosis), 196 gramos de cogollos de marihuana, 26.500 euros, 6 vehículos, diversos útiles para adulterar la droga y una pistola detonadora del calibre 9mm parabellum, con su cargador y 24 cartuchos.

Además, se han desactivado nueve puntos de venta de drogas ubicados en Albacete y la localidad de Pozo Cañada.

Los inmuebles donde se realizaron los registros disponían de circuitos de cámaras de videovigilancia así como de fuertes medidas de seguridad, como puertas acorazadas, de difícil apertura, incluso mediante la utilización de los medios de que disponen las unidades policiales encargadas de practicar las entradas.

Algunos de los detenidos ya contaban con antecedentes recientes por hechos de similares características a los investigados por la Guardia Civil.

El entramado de la organización

Los miembros de esta organización criminal pertenecían a dos familias que, supuestamente, se dedicaban a la venta y distribución de sustancias estupefacientes, sobre todo cocaína, en Pozo Cañada. 

Utilizaban sus propios domicilios como puntos de venta de droga.

Una de estas familias suministraba la droga desde un pequeño establecimiento hostelero de la localidad, mientras la otra, más extensa, la distribuía desde sus domicilios, que actuaban como puntos de venta, hasta donde se desplazaban los consumidores, casi a diario, para adquirir las dosis.

Tras meses de investigación, la Guardia Civil identificó a quince personas que formaban parte del grupo. Cada una de ellas tenía un rol diferente dentro de la organización.

El funcionamiento de la organización

Dentro del grupo criminal había cuatro escalones diferenciados, según el rol jugado por los miembros.

En el escalón superior se situaban los proveedores mayoristas, o "jefes", encargados de importar y adquirir la cocaína para su posterior traslado a Albacete.

En un segundo nivel estaban los distribuidores intermedios, encargados de recibir la droga, que adulteraban y dosificaban para suministrarla tanto a otros vendedores de menor nivel como directamente a sus clientes habituales.

En un tercer escalón se integraban esos vendedores minoristas, encargados de distribuir la cocaína adulterada en pequeñas dosis, que normalmente se distribuía desde sus puntos de venta habituales, pero también era traficada en zonas de ocio e, incluso, llevada a los domicilios de los propios consumidores. También recibían a vecinos de las localidades cercanas.

Dentro del cuarto escalón se ubicaban los cómplices y colaboradores, que realizaban labores secundarias tales como la gestión de clientes o de pagos y cobros, necesarias para el desarrollo de la actividad ilícita. Estos se lucraban igualmente de los beneficios obtenidos.

En los puntos de venta no se almacenaban grandes cantidades de cocaína, aunque "la demanda de los consumidores y los beneficios reportados era tal que en ocasiones se veían obligados a realizar varias adquisiciones de droga en un solo día a sus escalones superiores con el fin de poder seguir atendiendo la demanda de sustancias estupefacientes".

 EFE