40 años de Constitución, 40 hitos : Platos de buen gusto

[Este reportaje forma parte del especial de 40 reportajes sobre cómo ha afectado la democracia y la Constitución a Castilla-La Mancha en estos 40 años]

“Venía de firmar la hipoteca de mi casa con mi mujer y llegando al restaurante me llamó Carmen Ruscalleda y me dijo: ¡te han dado una estrella!”. Así explica Pepe Rodríguez cuando agarró en 1999 la primera estrella Michelín para Toledo. Desde ese instante aún no la ha soltado.

"Mi padre murió en marzo a los 3 o 4 meses y el hombre no sabía muy bien esto pero…si tenemos un bar de carretera…un mesón ¿qué hace este tío aquí que le están entrevistando", recuerda Pepe Rodríguez.

Cogió el delantal casi por debe, él era camarero. Martín Berasategui le abrió los ojos. "La primera letra del abecedario de la gastronomía empieza por Berasategui ¿berasa… que? Y fui a trabajar con él. Éste es el gran éxito de la cocina…la generosidad de los grandes cocineros que no han tenido miedo a enseñar lo que hacían en su casa".

Lecciones para crecer porque hace 40 años había poco o nada para ser cocinero.

Premio Nacional de Hostelería

Adolfo Muñoz, Premio Nacional de Hostelería, también recuerda cómo era la cocina hace 40 años. "No había esa tecnología y no había ese aprendizaje de escuela".

Son muchas las cosas que han cambiado en este país, también la forma de comer."Se ha ganado en despensa…en esa gente que cuida el producto…es decir antes se freía más…hoy se asa un poco mejor, asegura Adolfo Muñoz.

"La cocina olía a guiso muy lento…. Y sobre todo a salsas", asegura Pepe Rodríguez.

Adolfo Muñoz cree que en la cocina "la vanguardia es cada día hacer un plato distinto y eso es muy difícil. Estar en la actualidad si es más fácil".

Y para Pepe Rodríguez, "Castilla-La Mancha lo que necesita son cocineros valientes que interpreten bien el recetario y cada vez los hay más".

Ambos cocineros sienten la presión diaria. Un síntoma de que la cocina hecha aquí ha encontrado su ingrediente.