EN PROFUNDIDAD

Los últimos de Minas del Horcajo: la aldea olvidada

Una historia de más de 50 años de esplendor minero que está a punto de desaparecer.

Redacción CMM
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Paquita es una de las vecinas que permanecen en Minas del Horcajo. Junto a su marido, cuenta que llegaron al pueblo y montaron "la tienda de campaña" hasta que pudieron comprarse la casa. Hoy son una de las pocas familias que resisten al paso del tiempo y al abandono.

En Minas del Horcajo, Ciudad Real, viven apenas una decena de vecinos. En total, tres núcleos familiares que continúan viviendo en esta pedanía de Almodóvar del Campo.

Pero lo que hoy parece un lugar despoblado, hubo un tiempo en el que la prosperidad corría por las calles de Minas del Horcajo gracias a su importante pasado minero. Su yacimiento de galena con alta concentración en plata se explotó desde 1857 hasta 1911. José Félix Hernández, autor del libro "Minas del Horcajo, la aldea olvidada", cuenta los detalles de cómo era esta explotación con cuatro pozos de extracción: dos para el mineral y dos para el agua, "el contenido en plata (de la mina) pagaba el bombeo de ese agua, que era carísimo en la época".

En ese tiempo, Minas del Horcajo llegó a tener hasta 4.500 habitantes. Hospitales, luz eléctrica y hasta dos casinos daban testimonio de la riqueza económica del lugar, pero la caída de los precios del plomo obligó a cerrar la mina y, con ella, se desvaneció la fuente principal de ingresos del pueblo. Aunque no sería el fin.

"Entré de vagonero y trabajaba en la Mina del Horcajo, pero luego ya me tuvieron de maquinista"Eulalio Romero Pastor

Entre 1951 y 1963 la mina se reabrió, viviendo un nuevo tiempo de esplendor. En este momento, Minas del Horcajo contaría con su propia vía de ferrocarril.

Hoy tan solo quedan ruinas, casas salpicadas, las galerías de la mina y el testimonio de los últimos de Minas del Horcajo, como Eulalio y Ángel, dos vecinos del pueblo que trabajaron en la mina  y narran en este reportaje de En Profundidad cómo era la vida trabajando en la mina.

La despoblación sobrevuela esta localidad con las esperanzas puestas en el turismo para poder sobrevivir.

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