El impacto del clima en nuestro estado de ánimo

El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es un concepto desarrollado en 1984 por el científico Norman Rosenthal, quien lo definió como un tipo de depresión relacionada con los días oscuros del invierno. Según su teoría, la falta de luz solar afecta la producción de melatonina, una hormona clave en la regulación del sueño, lo que provoca síntomas como hipersomnia, pérdida de interés y aumento del apetito. Estos efectos son más comunes en países septentrionales con menos horas de luz y en días grises o lluviosos.

Sin embargo, en regiones más cálidas, el clima extremo del verano puede influir en el estado de ánimo de manera diferente. En lugar de somnolencia y apatía, muchas personas experimentan irritabilidad y agitación debido al calor y la humedad. 

Según la Asociación Española de Neuropsiquiatría, alrededor del 10% de la población podría ser susceptible a estos cambios climáticos, lo que refuerza la idea de que el tiempo puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional.