Resumen de la primera gira internacional de Trump como presidente de EE.UU.
El Air Force One aterrizaba el pasado sábado en Riad, en la primera etapa de la gira internacional de Donald Trump. Dos jornadas fructíferas en las que cerró acuerdos multimillonarios para vender equipo militar a sus aliados árabes y lo celebraba participando en el baile de la espada.
Este viaje ha revelado que sus mejores aliados están en Oriente Próximo. En Israel, se ha convertido en el primer presidente estadounidense en activo en visitar el muro de las lamentaciones en la ciudad vieja de Jerusalén. En el Vaticano el Papa Francisco le ha recibido con cierta frialdad aunque el mandatario no ha dejado de sonreír.
Más serio se la visto en la cumbre de la OTAN en Bruselas, donde la imagen dando un empujón al primer ministro de Montenegro para salir en primera fila en la foto dio la vuelta al mundo. El tono empleado con sus aliados ha sido agrio, para recordarles que no invertían lo suficiente en seguridad.
Más conciliador se le ha visto con el presidente francés Emmanuel Macron. Y de Bruselas a Sicilia para asistir a la cumbre del G7 donde se ha puesto de manifiesto sus dudas en torno al Acuerdo climático de París. Ya de vuelta a casa le espera la investigación de la trama rusa.