Republicanos y grandes empresarios marcan distancia con Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la desaparición del Consejo de Fabricantes Estadounidenses y del Foro de Estrategia y Política. Trump ha tomado la decisión después de la desbandada de ocho directivos que querían desmarcarse de toda labor de asesoría de la Casa Blanca.
Más que meter presión a los empresarios del Consejo de Fabricantes Estadounidenses y el Foro de Estrategia y Política, voy a acabar con ambos. ¡Gracias a todos!", ha comunicado Trump en un mensaje divulgado en su cuenta de la red social Twitter.
Trump ha dicho que los líderes empresariales "no toman sus trabajos seriamente en lo que concierne a este país". Además, ha vinculado la salida del Consejo de estos directivos a las presiones de su Gobierno para que fabriquen sus productos en Estados Unidos.
El malestar empresarial tiene su origen en la tibia respuesta dada por Trump tras los disturbios de Charlottesville, Virginia. El presidente no condenó expresamente a los neonazis y supremacistas blancos hasta el lunes, pasadas 48 horas de los ataques, y el martes se desdijo de nuevo señalando como responsables a «los dos bandos».
Los directores de 3M y Campbell Soup han sido los últimos en renunciar a asesorar a Trump, pero cada día son más los republicanos que también marcan distancias con el presidente Trump. Están furiosos por sus últimas declaraciones en las que salió en defensa de los supremacistas blancos. Tanto, que dos ex presidentes, Bush padre y Bush hijo, han emitido un comunicado conjunto condenando la intolerancia racial.
Charlottesville ha despedido hoy 16 de agosto a Heather Heyer, la mujer atropellada el pasado sábado por un supremacista blanco. Emocionado, su padre ha recordado que a Heather le gustaba la gente, luchaba por la igualdad. "Debemos detener todo esto y perdonarnos los unos a los otros", ha señalado su progenitor.
Por su parte, su madre ha enviado un mensaje a los supremacistas blancos: "Queríais callar a mi niña. Y ¿sabéis qué? La habéis magnificado".
Tensión contenida en el país
Para evitar nuevos incidentes, la ciudad de Baltimore ha retirado de madrugada los últimos monumentos confederados, considerados por muchos como un símbolo del esclavismo.
Pero inexplicablemente ha sido el propio presidente el que ha avivado esa tensión, ya que 24 horas después de haber condenado al KKK, los neonazis y los supremacistas blancos, Trump insistía en que ambos bandos eran responsables de la violencia.
La ambigüedad del presidente en la condena y su aparente fidelidad a los sectores de la extrema derecha, están dejando sólo a Trump. Tanto es así que las grandes figuras del Partido Republicano se han visto obligadas a marcar distancias condenando de forma tajante cualquier forma de racismo.