La princesa Amalia de Países Bajos, recluida en casa por temor a un posible secuestro vinculado con el crimen organizado
La heredera al trono de Países Bajos, la princesa Amalia permanece recluida en la casa de sus padres, Guillermo Alejandro y Máxima, en La Haya, ante los temores de un posible ataque o secuestro, después de que su nombre apareciera en unas conversaciones interceptadas a personas relacionadas con el crimen organizado.
"No ha salido de casa", confirmó el jueves la reina Máxima a la prensa durante una visita oficial a Suecia. "Eso tiene enormes consecuencias para su vida (...) no vive en Ámsterdam y no puede salir. No es una vida de estudiante como las de los otros estudiantes", ha contado, informa el portal Dutch News.
Amalia, de 18 años, tenía previsto vivir en una residencia para estudiantes de Ámsterdam, en donde asiste a la universidad para cursar estudios de política, psicología, derecho y economía.
El pasado mes el diario neerlandés 'De Telegraaf' informó de que el equipo de seguridad de la princesa se había reforzado, después de que su nombre, así como el del primer ministro, Mark Rutte, aparecieran en unas conversaciones interceptadas a varias personas que supuestamente estarían relacionadas con el hampa.
Intento de secuestro del ministro de Justicia de Bélgica
Los lazos con los Países Bajos vinculan lo ocurrido con la heredera holandesa a lo que estuvo, al parecer, a punto de pasarle a un miembro del Gobierno belga hace apenas unas semanas, el pasado mes de septiembre. El propio ministro de Justicia, Vincent Van Quickenborne, ha acusado a "una mafia de drogas" de planear su secuestro. La policía ha detenido a cuatro holandeses en el vecino Países Bajos, por su presunta vinculación con el plan.
El ministro se ha convertido en posible objetivo del crimen organizado por sus medidas de refuerzo en la lucha policial contra las mafias de la droga, que han protagonizado diversos incidentes violentos en el país en los últimos meses, lo que ha supuesto un aumento de la violencia.
Seis países europeos, incluida España, acuerdan plan multianual contra crimen
La situación creada por el crimen organizado preocupa cada vez más en varios países europeos. Una coalición de seis países movilizados contra el crimen organizado, entre los que se encuentran Países Bajos y España, ha acordado un nuevo plan de acción multianual para la lucha contra esta lacra, así como la ampliación de la cooperación con otras regiones, incluidos países de América Latina.
Según la ministra neerlandesa de Justicia, Dilan Yeşilgöz-Zegerius, el crimen organizado “está cruzando literal y figurativamente todas nuestras fronteras” y lamenta que en cuanto se refuerza el control en el Puerto de Róterdam (Países Bajos), los delincuentes se trasladan a Amberes (Bélgica) o Hamburgo (Alemania), o viceversa.
“Al hacerlo, amenazan e intimidan todo lo que nos les gusta para promover sus prácticas ilegales. No solo se ven afectados nuestros guardianes del Estado de derecho, como jueces, fiscales, policías, periodistas, alcaldes y ministros. Los empleados del puerto, las personas con experiencia financiera y los ciudadanos que viven en sus áreas residenciales también se enfrentan a la violencia y los asesinatos por error”, asegura.
El plan multianual, acordado hoy por Bélgica, Países Bajos, Alemania, Francia, Italia y España tiene el objetivo de “interrumpir, romper y acabar con las redes criminales y sus organizaciones combinando más las fortalezas de cada uno: alineando los recursos, la experiencia y las intervenciones más estrechamente y desplegándolos de manera conjunta”.
También se acordó “intensificar y ampliar” la cooperación con otros países, incluidos los de América Latina, puesto que “el crimen internacional de las drogas nunca duerme, cambia continuamente las rutas de contrabando entre los puertos marítimos de Europa Occidental, prueba nuevas construcciones de lavado de dinero y amenaza a nuestra sociedad y al estado constitucional democrático con intimidación y violencia”, añadió.
Por su parte, la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, señala que “la guerra contra las drogas no está funcionando” y lamenta que simplemente confiscar la droga a los narcotraficantes no funciona en la lucha contra el crimen organizado.
Agencias