INFORME
La primera semana de julio fue la más calurosa jamás registrada, según la OMM
Se prevé que la temperatura media global de julio sea de 17,24 grados, superando así el récord anterior de 16,94 grados que se registró en 2016
El mundo entero sufre una ola de calor como consecuencia del cambio climático y del fenómeno El Niño. La semana pasada fue la más calurosa registrada en la Tierra desde que hay registros, como ha confirmado la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El mes de junio ya fue el más cálido y para el mes de julio sigue la tendencia de máximos de calor. En tan solo una semana de mes, julio ya ha logrado batir el récord siendo la semana con temperaturas más altas.
En países como Alemania el termómetro rozó los 40 grados el último fin de semana y los 30 en Polonia. Por lo contrario, en el oeste de Australia, Estados Unidos y Rusia han vivido temperatura más frías de lo normal.
Las altas temperaturas tendrán consecuencias devastadoras
"Estamos en un territorio desconocido y podemos esperar que caigan más récords a medida que El Niño se desarrolla más y estos impactos se extenderán hasta 2024", declara el profesor Christopher Hewitt, director de Servicios Climáticos de la OMM.
Las altas temperaturas que se están viviendo tanto en la tierra como en los océanos tienen "aspectos totalmente devastadores", como afirman desde la OMM. Esto supone que habrá consecuencias en los ecosistemas y en el medioambiente. Todo esto está relacionado con el fenómeno El Niño, un fenómeno que ocurre en un periodo de tiempo de dos a siete y años y que suele durar de nueve a doce meses. Durante este tiempo se produce un calentamiento del océano Pacífico que altera el clima provocante intensas lluvias en algunos lugares y sequía en otros. Se espera que este patrón climático siga causando temperaturas extremas y olas de calor marinas.
Desde agosto de 2016 no se alcanzaba un récord en las temperaturas medias globales, siendo de 16,94 grados. Por el momento, la temperatura media global de julio asciende a los 17,24 grados, 0,3 grados por encima de 2016, según el análisis provisional realizado por el servicio japonés JRA-3.
Mayor probabilidad de huracanes y ciclones tropicales
La OMM advierte que esto tendrá impacto en la la distribución de las pesquerías y la circulación oceánica en general, con efectos colaterales en el clima. Además, el aumento de las temperaturas en los océanos provoca una mayor absorción de energía que permanecerá durante cientos de años allí. Esta situación se intensifica en el Atlántico norte. Como declara el jefe de monitorización climática de la OMM, Omar Baddour, el Atlántico norte es uno de los impulsores del clima extremo. "Con el calentamiento del Atlántico, existe una probabilidad cada vez mayor de más huracanes y ciclones tropicales", alerta Baddour.