Preocupación tras el cruce de amenazas entre EE.UU. y Corea del Norte
A los avances nucleares de Corea del Norte, Donald Trump asegura que responderá con "fuego y furia" en un incendiario mensaje. Una amenaza a la que Pyongyang ha respondido con otra amenaza: atacar las bases militares de la isla de Guam. De Tokio a Bruselas, la comunidad internacional ha hecho ya un llamamiento a la calma.
Una vez más, le ha tocado la misión de apagafuegos. El secretario de estado Tillerson ha tenido que hacer un viaje relámpago a la isla de Guam para tranquilizar a sus 160.000 habitantes. "Los estadounidenses pueden dormir tranquilos" decía desde el avión, al tiempo que justificaba las amenazas del presidente Trump a Corea del Norte.
"El presidente estaba enviando un fuerte mensaje", ha dicho Tillerson porque no parece entender el lenguaje diplomático.
Aunque Trump lejos de guardar silencio alardeaba en las últimas horas en Twitter sobre la capacidad nuclear de EE.UU.
"Mi primera orden como presidente fue renovar y modernizar nuestro arsenal nuclear, ahora es mucho más fuerte y poderoso que nunca", ha dicho Trump, aunque luego ha añadido que espera no tener que utilizarlo.
En un comunicado emitido por la televisión, el régimen norcoreano ha dicho que esta considerando un ataque con misiles de medio alcance contra la base militar Anderson en la isla de Guam. Y con una multitudinaria manifestación en las calles de Pyongyang condenaba las últimas sanciones económicas aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU como respuesta a sus pruebas nucleares.
"Son un acto de terrorismo,un crimen contra la humanidad sin precedentes. Violan nuestra soberanía y nuestro derecho a la vida y el desarrollo", ha señalado el vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte.
Según la inteligencia de Estados Unidos, Corea del Norte ha desarrollado cabezas nucleares en miniatura con las que armar sus misiles y Kim Jong Un no está dispuesto a abandonar la carrera nuclear.