La oposición en Kenia recurrirá al Tribunal Supremo el resultado de las elecciones

El líder de la oposición en Kenia, Raila Odinga, ha cambiado de opinión. Ahora anuncia que va a recurrir el resultado de las elecciones generales al Tribunal Supremo del país africano. Tras los comicios, la Junta Electoral dio como vencedor al actual presidente, Uhuru Kenyatta, con una ventaja de 1,4 millones de votos. Pero, a la vez, llegaron filtraciones a la oposición de que el resultado pudo ser manipulado, tras un ataque informático al sistema de recuento de votos.

Estas supuestas irregularidades desataron la ira de los afines a Odinga y muchos salieron a la calle. Se produjeron revueltas en diferentes zonas del país. Los primeros días dos personas murieron y hubo centenares de heridos. A estas alturas, el resultado de las mismas supera la veintena de fallecidos. El líder de la oposición ha explicado que acude a la Justicia con el fin de aplacar la ola de revueltas, aunque alienta a sus seguidores a que sigan protestando. "Los kenianos no necesitan utilizar la violencia para conseguir la justicia", dijo Odinga a sus simpatizantes, a la vez que les invitaba a "hacer todo lo posible para atraer la atención, pacíficamente, sobre este fraude electoral".

Ultimátum de la oposición a la Justicia

En la misma línea, recordó que en las elecciones celebradas en 2013 ocurrió algo parecido. Tras el recuento electoral, su partido acudió a la Justicia keniana para superar las ilegalidades en el proceso, pero el Supremo le dio la razón a Kenyatta. En esta ocasión, espera que cambie el veredicto y, por eso, cree que hay que "darle una nueva oportunidad al Tribunal Supremo para que se redima".

En una rueda de prensa, el líder opositor ha explicado que el país se encuentra dividido en dos bandos: los que están preparados para vivir en una autocracia y los que no se resignan y aspiran a convivir en libertad. También advirtió de que, en caso de que la sentencia del Supremo no le sea favorable, no volverá a presentarse a las elecciones, porque significará la "muerte de la democracia" en Kenia.