Irán, la mano que mece el polvorín de Oriente Medio

Crece el riesgo de un conflicto generalizado en Oriente Medio. Primero fue la Franja de Gaza, luego el sur del Líbano y el norte de Israel, después Irak y Siria, los hutíes de Yemen con sus ataques en el mar Rojo y la entrada en escena de Estados Unidos y Reino Unido, liderando una coalición de varios países, e Irán. El último episodio ha sido el enfrentamiento entre Pakistán e Irán a cuenta de una parte del territorio pakistaní.

Para Occidente, Irán se ha convertido en la principal amenaza para la estabilidad de la zona.

Gaza, el Líbano, Siria, Pakistán, Irak... son países que tienen algo en común más allá de ser musulmanes. En todos ellos está, como apoyo o como amenaza, la sombra de Irán.

El régimen de los ayatolás se ha convertido en la mano que mece y agita Oriente Medio. El último ejemplo está en su enfrentamiento con Pakistán, con ataques mutuos que dejan hoy nueve muertos, a cuenta de la provincia de Baluchistán, fronteriza entre ambos países. 

Esta misma semana Irán ha bombardeado posiciones anti-iraníes en Irak y en Siria. Pero la madre del cordero está en Gaza.

Irán tiene dos grandes enemigos, Israel y Estados Unidos. Por eso, ha apoyado a la milicia de Hamás, con dinero y con armas. Por eso, apoya a la guerrilla de Hezbolá en el vecino Líbano, en sus ataques a Israel. Por eso, apoya a las milicias chiíes en Irak y al régimen sirio. Y, por eso, apoya a los rebeldes hutíes de Yemen en sus ataques a los barcos de mercancías en el mar Rojo. 

Para Estados Unidos, Irán es el principal promotor del terrorismo. Israel pide a la comunidad internacional levantarse contra el régimen chií. 

Irán parece querer extender el conflicto palestino y no es un enemigo pequeño: ocupa el puesto 14 del mundo en potencia militar y anhela tener armas nucleares. Así que, en Occidente, están atentos a todos sus movimientos.