Édouard Philippe, un conservador moderado, nuevo primer ministro de Francia
Édouard Philippe, tiene 46 años, es diputado por Los Republicanos y alcalde de la ciudad de Le Havre. Muy cercano a toda una figura política en Francia, el ex primer ministro conservador Alain Juppé, Philippe comenzó su carrera política en el Partido Socialista galo, del que luego pasaría al gran partido de la derecha francesa, ahora llamado Los Republicanos.
Todo apunta a que su principal baza para el cargo es su ambigüedad ideológica, enmarcado en la derecha, pero con moderación. Los analistas señalan que, con este nombramiento, el presidente Macron pone al frente de una dura campaña para las elecciones legislativas de junio a un hombre procedente de un partido con una numerosa representación parlamentaria, lo que puede beneficiar a la hora de recabar votos a su propia formación política, muy nueva, La República en Marcha.
Pero no solo eso, Macron recaba talentos de izquierda y derecha y los aúna en un nuevo movimiento, alejado del sistema político tradicional y de los grandes partidos. Es una receta nueva y habrá que esperar para ver cómo funciona. También, Philippe, como el propio Macron, encarna en sí mismo la idea de cambio generacional y, además, tiene experiencia en el sector privado, como el jefe del Estado.
Por razones obvias, a Los Republicanos no les ha gustado demasiado el ascenso de Philippe al puesto de primer ministro, pero a los socialistas tampoco les ha hecho demasiada gracia. Consideran desde el partido que se trata de un giro a la derecha del presidente y le advierten de que también necesitará sus votos y/o sus diputados, y que no piensan apoyar a un Gobierno liderado por un político procedente de la derecha.