Diario del coronavirus, 7 de octubre: Israel extiende la limitación de manifestarse

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Elena Garcia Fermosel
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El Gobierno israelí aprobó anoche la extensión de una semana de la polémica ley que prohíbe manifestaciones y el rezo en interior durante el confinamiento, mientras cientos de personas se manifestaban en Tel Aviv pidiendo la dimisión del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

La norma, aprobada la semana pasada tras un arduo debate entre los miembros de la coalición de gobierno y que debía finalizar este miércoles, seguirá en vigor una semana más. Afecta fundamentalmente a las protestas contra Netanyahu, que cada sábado desde hace cuatro meses congregan a miles de israelíes, que ahora solo pueden salir en grupos de 20 y a menos de un kilómetro de sus residencias.

Los ministros aprobaron la extensión anoche después de que el titular de Sanidad, Yuli Edelstein, destacase que el número de infectados por el virus en el país se ha cuadruplicado desde principios de septiembre, informó el digital Times of Israel.

El ministro detalló que el país cuenta con 1.300 rastreadores, que llevan a cabo una media de dos investigaciones por día, lo que hace que haya más nuevas infecciones en el país que capacidad para investigarlas.

Tras cerca de tres semanas de confinamiento, las cifras de nuevos contagios en Israel han empezando a bajar, de los cerca de 9.000 detectados en un día la semana pasada a los menos de 6.000 nuevos casos de ayer. El ratio de positivos también se ha reducido, de más de un 15 % a en torno a un 10 %.

Las limitaciones a las protestas no las han parado y ayer cientos de personas que se concentraron sin permiso en Tel Aviv para protestar contra Netanyahu tuvieron choques con la Policía. A lo largo de la noche los agentes también tuvieron que disolver encuentros ilegales en la ciudad ultraortodoxa de Bnei Brak, donde desalojaron 12 sinagogas, y en el asentamiento ultraortodoxo de Beitar Illit, donde se registraron incidentes con los residentes y hubo 7 detenidos.

Por otro lado, los medios israelíes continúan recogiendo hoy casos de altos cargos o sus familiares que violan las normas del confinamiento.

La última es la esposa del primer ministro, Sara Netanyahu, que al parecer recibió en su residencia a su peluquera cuando estaba prohibido acudir a residencias ajenas. La oficina de Netanyahu ha explicado que requirió los servicios para salir en un vídeo en el que pedía a la población que se adhiriese a las normas.

Otro caso es el del jefe del servicio secreto Shin Bet, Nadav Argaman, que recibió a sus familiares en casa para la cena de la festividad judía de Sucot, y se suma a los escándalos de la ministra de Protección Medioambiental, Gila Gamliel, que viajó a otra ciudad durante el cierre y luego dio positivo por coronavirus, y el diputado de Yesh Atid Mickey Levy, que en las fiestas visitó y recibió la visita de sus familiares. EFE

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