Cumbre antipederastia: El Papa Francisco pide que se adopten "medidas concretas"
El Papa ha pedido ante los participantes de la cumbre antipederastia reunidos por primera vez en el Vaticano "que se escuche grito de los pequeños que piden justicia". "El Pueblo de Dios nos mira y espera no simples y obvias condenas sino medidas concretas", ha considerado en una breve alocución.
Asimismo, ha instado a los presentes, entre los que estaba el presidente de la Conferencia Episcopal española, Ricardo Blázquez, a discutir con sinceridad: "Discutamos juntos, de forma sincera y profunda cómo afrontar este mal que aflige a la Iglesia y a la humanidad".
Testimonios de víctimas
La cumbre sobre pederastia en el Vaticano ha comenzado con la participación de 190 participantes entre presidentes de Conferencias Episcopales, Superiores religiosos y otros expertos con la proyección de un vídeo que contenía el testimonio de cinco víctimas de abusos sexuales por parte del clero y que han pedido el fin de las políticas de encubrimiento ante estos casos.
"Los que quieran seguir encubriendo, que se vayan de la Iglesia", ha pedido el primero de ellos al tiempo que ha instado a los presentes a creer, respetar, cuidar y reparar a las víctimas. "Ustedes, son los doctores de las almas, y sin embargo, con excepciones, se han convertido en algunos casos, en los asesinos de los almas, en los asesinos de la fe. Que contradicción más espantosa. Yo me pregunto, qué estará pensando Jesús, qué estará pensando María, cuando ve a sus propios pastores, ser los que traicionan a las ovejas. Yo les pido por favor, que colaboren con la justicia, que tengan especial cuidado con las víctimas", ha dicho. La identidad de las víctimas no ha sido revelada por respeto a su intimidad.
En este sentido, ha señalado que ya no funcionan los "perdones falsos" o los "perdones obligados" y ha considerado que si siguen saliendo casos es porque se tratan sin un tratamiento sistémico.
El segundo de los testimonios era el de una mujer que según ha revelado mantuvo relaciones sexuales con un sacerdote desde que tenía quince años. "Esto duró trece años seguidos. Estuve embarazada tres veces, él me hizo abortar tres veces. Simplemente porque él no quería un preservativo ni un método anticonceptivo", ha relatado.
El tercer testimonio pertenecía a un sacerdote religioso de 53 años que fue abusado cuando era adolescente y que cuando denunció su caso ante sus superiores no fue ayudado. "Me siento mal, porque ni ese sacerdote ni el obispo respondieron a mi carta, y ya han pasado ocho años y tampoco él ha respondido", ha explicado. Así ha pedido a los obispos que escuchen a las víctimas. "Yo quería que alguien me escuchara, que se supiera quién es ese hombre, ese sacerdote y lo que hace. Perdono de todo corazón a ese sacerdote y al obispo. Doy gracias a Dios por la Iglesia, estoy agradecido de estar en la Iglesia. Tengo muchos amigos sacerdotes que me han ayudado", ha apuntado.
En esta línea, se ha expresado el quinto testimonio que ha advertido que la continuidad de la Iglesia depende del fin de la cultura del silencio y el encubrimiento: "Si queremos salvar a la Iglesia, los perpetradores deben ser castigados. Pediré a los Obispos que sean claros en esta materia, porque esta es una de las bombas de tiempo que están ocurriendo en la Iglesia de Asia. Si quieren salvar a la Iglesia, tenemos que actuar juntos y hacer que los perpetradores se den por vencidos. La amistad no debería prevalecer aquí, sino la acción, porque esto destruirá a todas nuestras generaciones de niños".
"Se deben respetar los protocolos existentes"
El hombre de confianza del papa para investigar los abusos a menores y secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, recordó a los obispos reunidos en el Vaticano que tienen el deber de respetar "los protocolos existentes" y "las leyes civiles y nacionales".
Subrayó que todas las denuncias "requieren una atención especial" y que el obispo o el superior religioso las tienen que atender y "nunca infravalorar las heridas". El investigador de los abusos del clero en Chile o del caso del fundador de los Legionarios de Cristo indicó a los obispos el deber de que "compartan toda la documentación necesaria" para el proceso canónico en la Congregación para la Doctrina de la fe.
También puntualizó la necesidad del control en la selección de los obispos y aseguró que "ocultar información sobre el estilo de vida del candidato a obispo "es un pecado grave".
"Nos han confiado el cuidado de nuestro pueblo. Es nuestro sagrado deber cuidar de nuestro pueblo y asegurar la justicia cuando han sido abusados", añadió.
Y a las víctimas les aseguró: "Los protegeremos a toda costa. Vamos a dejarnos la vida por los rebaños que se nos han confiado". AGENCIAS