6 días seguidos de protestas en Irán, que dejan ya una veintena de muertos

Al menos, 22 fallecidos, no se sabe el número de heridos y 450 detenidos sólo en la capital Teherán, aunque algunas fuentes elevan a 1.000 los arrestados, en 6 días ininterrumpidos de protestas y manifestaciones que empezaron en una zona del país y se han extendido por varias ciudades situadas en prácticamente todo el territorio iraní, incluida la capital, Teherán.

El presidente Rohaní ha intentado apaciguar los ánimos reconociendo el derecho de los ciudadanos a la crítica, pero considerando inadmisibles los destrozos causados a oficinas e instalaciones gubernamentales en diferentes lugares.

Por su parte, el líder supremo, Alí Jamenei, ha acusado a los que ha denominado como "enemigos de Irán" de utilizar todos los medios a su alcance para instigar las protestas y desestabilizar el país.

En el inicio de las manifestaciones están motivos como la corrupción del régimen, el alza de los precios, las penurias económicas y las duras condiciones de vida de numerosos ciudadanos. Unas protestas que, a diferencia de la otra gran oleada de descontento social en la calle que tuvo lugar en 2009, no tienen un liderazgo claro ni una reivindicación política concreta, salvo "acabar con el régimen".

Tras la firma del Acuerdo Nuclear con Estados Unidos y varias potencias europeas, se dispararon las expectativas de una mejora económica en el país, al relajarse las sanciones económicas y permitirse a Irán elevar su volumen de petróleo para exportar. Pero, ha pasado el tiempo y esas expectativas no se han hecho realidad. Razón por la que el descontento se interpreta contra el presidente Rohaní, que había realizado esta promesa en las pasadas elecciones, que ganó.

Aunque si en un principio los eslóganes empezaron contra el mandatario y su Gobierno, con el paso de los días, la ira se ha vuelto en general contra el régimen de los ayatolás. Al que también se le critica el gasto de miles de millones en apoyar a los chiíes en Siria, Irak o Hezbolá en el Líbano, en lugar de incrementar la inversión en Irán.

Medio mundo sigue con preocupación los acontecimientos en Irán, porque la desestabilización interna de una de las grandes potencias de una zona tan explosiva como Oriente Próximo es motivo de alarma en la comunidad internacional. Pero, además, porque la inestabilidad en uno de los grandes productores y exportadores de gas y petróleo del mundo ha supuesto uno de los mayores fortalecimientos del crudo en los mercados desde 2014 y la subida del precio del petróleo afecta a nivel mundial.