El Gobierno anuncia el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña
El futuro de la central nuclear de Garoña afronta su cierre definitivo. Así lo ha confirmado el Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal en rueda de prensa despejando incógnitas sobre si se mantendría o no el servicio de la central más antigua de España. Pese a que el Consejo de Seguridad Nuclear aprobara un dictamen favorable a su reapertura, el Gobierno ha denegado la renovación del permiso de explotación de la central hasta el año 2031.
Las proposiciones no de ley, las peticiones formales y las cartas presentadas por la mayoría de los grupos parlamentarios, a excepción del PP, exigían que se hiciera efectivo la tramitación del cierre de la central. Así como las entidades ecologistas que se personaron en este procedimiento legal. Tras este anuncio Ecologistas en Acción ha celebrado esta decisión pero han exigido un plan de desmantelamiento inmediato.
Buena noticia: el @MinistroNadal anuncia la denegación de la reapertura de Garoña. Queremos el plan de desmantelamiento ¡ya! #NuclearNO pic.twitter.com/jQvecMClQt
La historia del cierre de esta central burgalesa se remonta a 2009 con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que prorrogó el permiso de explotación por 4 años, en vez de los 10 años que había dado luz verde el CSN.
En 2012 hay un cambio en el ejecutivo y el Partido Popular encarga un nuevo informe al CSN sobre la posibilidad de alargar la vida de Garoña y dictamina que no ve inconveniente. 6 meses después el Gobierno de Mariano Rajoy modifica el decreto de clausura de Garoña y concede a Nuclenor hasta el 6 de septiembre un plazo para demandar formalmente la prórroga de actividad hasta 2019.
La empresa Nuclenor no presenta solicitud por motivos económicos y finales de 2012 se desconecta de la red eléctrica. Al año siguiente la empresa pide al Ministerio de Industria la revocación parcial de la Orden Ministerial que fijaba el fin de su licencia de explotación el 6 de julio de 2013.
El Gobierno aprueba un real decreto en febrero de 2014 que permite que una central cuyo cierre se deba a razones económicas, pero no a cuestiones de seguridad, pueda solicitar una nueva renovación de su permiso de explotación. Nuclenor aprovecha la coyuntura y pide renovar su permiso hasta 2031, pero para ello necesitan una nueva autorización del CSN con un informe técnico de carácter preceptivo y vinculante. Después de las elecciones de 2015 la mayoría de los grupos parlamentarios piden su participación en el proceso de evaluación de la continuidad de Garoña.
En febrero de este año el pleno del CSN aprueba un dictamen favorable a la reapertura de la central nuclear de Garoña, siempre y cuando el operador de la planta Nuclenor (participado por Endesa e Iberdrola) cumpla con las inversiones en seguridad que se le exigen. Pero las empresas inversoras desisten en la apertura de la central alegando elevados costes.
Finalmente el Gobierno decide denegar la renovación del permiso. El otro lado de la moneda, es el futuro incierto de los trabajadores de la central nuclear, 400 puestos de trabajo, que mostrado su inquietud ante el cierre definitivo de la central, según han explicado los miembros del comité de empresa.
EFE / CMM