Giro radical en el crimen de Miriam Vallejo en Meco: un preso confiesa el asesinato
Un preso toxicómano habría confesado el crimen de la joven Miriam Vallejo, cuyo cadáver apareció cosido con 90 puñaladas hace casi tres años en un descampado de la localidad madrileña de Meco. La jueza que instruye el caso ha ordenado investigarlo y cotejar su ADN con el que apareció en el cuerpo de la víctima. El caso llevaba estancado desde hace meses por su complejidad.
Según ha adelantado 'ABC' y han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press, el preso toxicómano, que tiene antecedentes, habría confesado el crimen hasta en tres ocasiones por escrito. Al parecer, en una de ellas confesó el crimen a sus monitores de un centro de drogodependientes.
Hasta ahora solo había un investigado
El único investigado por la Justicia era Sergio S.M., quien está en libertad provisional. Fue detenido siete meses después del asesinato de la joven de 25 años.
Sergio era su compañero de piso junto a su novia. Desde que fue arrestado, ha defendido su inocencia. Pero sus restos de ADN en la ropa de Miriam Vallejo (en su jersey) le incriminaban a pesar de que la defensa ha tratado de desacreditar su validez por ser compañero de piso de la joven y haberse podido transferir ADN.
Hace unos meses, la jueza que instruye el caso, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Alcalá de Henares, solicitó a la forense del caso que ampliara el informe de autopsia para determinar si pudieron intervenir varias personas en el crimen, una tesis que defiende la defensa del único investigado.