Menos catedráticas, menos reconocimiento: la desigualdad de la mujer en la Universidad

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Redacción CMM
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El 51, 9 % de las mujeres españolas cuentan con estudios universitarios, frente al 40,9 de hombres. Una diferencia de 11 puntos que se ha mantenido constante en los últimos diez años. En 2008 la población con estudios universitarios mantenía igual proporción. Es más, incluso en algunos periodos, la diferencia entre estudiantes ha llegado hasta el 14 %.

Sin embargo, esos datos chocan con las consecuencias que esos estudios suponen en reconocimiento y ascenso, ya incluso dentro del ámbito universitario. Es decir, las mujeres tienen menos posibilidades de continuar una carrera dentro de la Universidad. Dentro de este ámbito, la presencia de hombres es como mínimo casi 20 punto mayor que el de mujeres en cuanto a titulares, mientras que en otras ocupaciones llega a 25 puntos.

Pero la situación se vuelve especialmente significativa cuando hablamos de cátedras. Más de dos de cada tres catedráticos de escuelas universitarias son hombres, pero en el caso de universidades, apenas hay una mujer frente a cuatro hombres.

Como consecuencia de esta situación, los equipos de investigación son liderados por hombres, y a la hora de reconocer el trabajo profesional, ellos son también los premiados y reconocidos. Las carreras profesionales son más largas y su dedicación más plena, ya que la desigualdad de roles sociales tiende a que las mujeres deban interrumpir sus aspiraciones laborales enfrentándose a la dicotomía de elegir entre sus carreras o su vida familiar.

Entre los cinco premios anuales destinados a reconocer la labor investigadora, tan sólo se han concedido en cinco ocasiones a mujeres desde 2003, frente a 60 concedidos a hombres. Es decir, el reconocimiento a la mujer investigadora es prácticamente excepcional y supone un 7 % del total.

La situación tampoco varía mucho a la hora de distinguir la labor de las mujeres en nuestro país en lo que a los premios Príncipe/Princesa de Asturias se refiere.  Analizando los datos desde 1995 se descubre que los hombres son más reconocidos que el de mujeres.

En 1996 todos los premiados fueron hombres. El año en el que menos premiados hubo fue en 2005, el 50% fueron destinados a organizaciones, y tan sólo se superó en un 7% las premiadas. Sin embargo, fue algo excepcional. En estos 22 años, en seis ediciones, ninguna mujer fue reconocida. Las mujeres son menos premiadas que las instituciones. La media de mujeres premiadas es de un 15,38%, frente a un 28,14 % de instituciones u organizaciones no gubernamentales. Los hombres han copado el 66,75% de los galadornes en este periodo.

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