Aniversario atentados de Cataluña: las víctimas denuncian su abandono cuatro años después del 17A
La tarde del 17 de agosto de 2017 Miquel López pudo esquivar por los pelos, junto a su hijo, la furgoneta conducida por el terrorista Younes Abouyaaqoub, cuando salían del mercado de la Boquería, en pleno corazón de Las Ramblas. Y aunque él ya ha logrado ser reconocido víctima del terrorismo, decenas de damnificados aún no lo han conseguido.
"Abandonados" por las administraciones
Por eso, cuatro años después de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17A, algunas de las víctimas denuncian que se siguen sintiendo "abandonados" por las administraciones, han exigido que "se sepa la verdad" y han criticado que los supervivientes de la célula no hayan sido condenados por asesinato.
Se trata del grito unánime que las víctimas de los atentados de Cataluña han lanzado tras el homenaje organizado por el Ayuntamiento de Barcelona, un sobrio y emotivo acto de recuerdo en el cuarto aniversario de los atentados, presidido por el silencio, únicamente roto por el Cant dels Ocells, y en que familiares y autoridades han depositado claveles blancos en las Ramblas.
Cuarto aniversario, primero con víctimas
En este aniversario de los atentados han asistido por primera vez al menos dos víctimas que hasta ahora no habían podido volver a pisar Las Ramblas, si bien algunos de los afectados que habían anunciado que acudirían finalmente han desistido debido al temor que les causó la falsa alarma de ayer, cuando se desplegó un amplio dispositivo policial por la confusión por el uso de pirotecnia en la calle y un accidente doméstico en el interior de un hotel cercano.
Al finalizar el homenaje, varias de las víctimas han mostrado su malestar por el "abandono" de las instituciones, lo que consideran una "segunda victimización", y han exigido que la Generalitat cree una oficina de atención pública para las víctimas del terrorismo.
Cada víctima, un drama
Como en ediciones anteriores, algunas de las víctimas han vestido camisetas blancas con el lema "Queremos saber la verdad", ya que un grupo de afectados considera que la sentencia no ha llegado hasta el fondo y lamentan que el Congreso no haya acordado crear una comisión de investigación.
Entre las víctimas presentes ha estado Miquel López, quien ha denunciado que se han sentido "abandonados" y que únicamente han contado con el apoyo de la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (UAVAT) y del Ayuntamiento de Barcelona.
López, que ya ha sido reconocido como víctima del terrorismo, aunque su hijo todavía no, considera "nefasto" que desde el Ministerio del Interior no hayan hecho "ningún seguimiento" sobre su evolución y ha lamentado que la sentencia de la Audiencia Nacional no haya condenado por asesinato a los yihadistas supervivientes.
"La sentencia supone un reconocimiento, pero no justicia. En ningún caso se puede hacer justicia. Eso no se repara con nada", ha lamentado.
También Xavier Martínez, que perdió a su hijo en los atentados, estaba "muy indignado". "Algún día sabréis la verdad", ha indicado a los periodistas.
En la misma línea, Iolanda Ortiz, una vecina de Ripoll (Girona) -donde vivían la mayoría de integrantes de la célula- y que ese día estaba en las Ramblas con sus hijas, ha considerado una "vergüenza" que todavía no se haya creado una oficina de atención a las víctimas del terrorismo, que nadie les haya llamado para saber cómo están y que no se haya condenado a los miembros de la célula por asesinato.
Además, se ha mostrado convencida de que hay "intereses que se quieren esconder", porque no tiene duda de que el 17A fue un "atentado de Estado".
"Estamos muy cabreados, muy enfadados. ¿Por qué no se permite crear una comisión de investigación en el Congreso? ¿Qué hay detrás de este atentado?", ha preguntado Ortiz, que ha lamentado que en estos cuatro años se han sentido "solos", ya que no han recibido "ninguna ayuda ni apoyo" ni del Gobierno ni de la Generalitat.
El contrapunto para el optimismo lo ha puesto Eira, una joven que ahora tiene 25 años y que el 17A trabajaba como camarera en un restaurante de las Ramblas, y que hoy por primera vez desde entonces volvía a pisar la zona, ya que se sentía con fuerzas para acudir al homenaje.
Eira, que ha estado de baja laboral en varios periodos debido al choque postraumático, no figura como víctima ni para el Ministerio del Interior ni en la sentencia de la Audiencia Nacional, por lo que ha denunciado que se ha sentido "desamparada" porque ninguna institución la ha apoyado, pese a que ese día sufrió un "pánico absoluto", ya que estuvieron encerrados horas en el local temiendo que hubiese otro ataque terrorista y no pudo salir hasta bien entrada la noche.
Hoy ha acudido por primera vez al lugar para vencer su miedo y lanzar un mensaje a las víctimas que se encuentran en su situación: "si yo he podido salir del pozo, ellas también pueden, pese al desamparo ante la ley y la falta de apoyo institucional, que no llega nunca".
En una situación similar se ha visto Evita Cedeño, otra de las víctimas de los atentados que ha estado a punto de no acudir al homenaje tras la falsa alarma de ayer, a pesar de que el fatídico 17A pudo esquivar por los pelos la furgoneta terrorista para refugiarse durante horas en un local, presa del pánico.
Cedeño ha celebrado que, por primera vez, se haya reconocido a víctimas con secuelas psicológicas, pero ha tachado de "injusto" que no suceda lo mismo con todas ellas y ha prometido "luchar hasta las últimas consecuencias".
También ha denunciado el abandono de las instituciones Carlos Andrés Valencia, quien sufrió una lesión en el brazo de por vida y ha recriminado al Ministerio del Interior que su atención hacia las víctimas haya sido de "absolutamente cero".
Crónica de Alba Gil y Josep Fusté para EFE