Sigüenza, más cerca de convertirse en Ciudad Patrimonio de la Humanidad
La candidatura de Sigüenza para conseguir la consideración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad ha pasado su primer filtro después de que el Consejo de Patrimonio Histórico de España haya aceptado incluirla en su propuesta a la Unesco para entrar en la lista indicativa, un paso previo que supone el pistoletazo de salida a lo que será al fase decisiva para conseguir su objetivo.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado hoy su satisfacción por la aprobación de la candidatura ‘Paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza’ por parte del Consejo de Patrimonio Histórico de España. Posteriormente, será elevada por el Ministerio de Cultura y Deporte ante la UNESCO para que sea incluida en la lista indicativa, paso previo e imprescindible para ser reconocida como Patrimonio Mundial.
?@garciapage celebra que “empiece la carrera” para que #Sigüenza sea reconocida por la @UNESCO_es como Patrimonio de la Humanidad
En caso de conseguirlo, sería la tercera ciudad con esta catalogación en la región por parte de la Unesco, después de Toledo y Cuenca. A nivel nacional, sería la ciudad número 16 en hacer gala de esta distinción, ya que también están en la lista Ávila, Alcalá de Henares, Baeza, Cáceres, Córdoba, Ibiza, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Úbeda.
Pasos a seguir
El primer paso que debe llevar a cabo un Estado es la realización de un inventario de los bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Toda vez que Sigüenza ha superado este primer trámite, ahora deberá figurar un mínimo de un año en este texto para poder considerarse en la Lista de Patrimonio Mundial.
Tras preparar la Lista Indicativa, el Estado planifica en qué momento desea presentar cada propuesta de inscripción. Las propuestas consisten en la preparación de un expediente de candidatura, que deberá ser lo más exhaustivo posible, asegurándose de que contiene toda la documentación necesaria, escrita y gráfica, que requiere la Unesco.
La propuesta de inscripción de Sigüenza se presentó al Centro del Patrimonio Mundial, donde se examinó el documento para verificar que toda la documentación requerida cumple los requisitos formales exigidos.
Una vez que el expediente está completo, el Centro del Patrimonio Mundial lo transmite a los organismos consultivos para su evaluación. Este proceso dura al menos un año y medio, antes de que la candidatura sea examinada por primera vez por el Comité de Patrimonio Mundial, si cumple todos los requisitos necesarios.
Además de estudiar en profundidad el expediente de candidatura del bien elaborado por el Estado, los organismos consultivos deberán examinar in situ la ciudad para verificar el contenido del expediente. Para ello, designarán a uno o más evaluadores, que durante la misión de evaluación analizan en profundidad la ciudad con encuentros con todos los agentes implicados en su gestión.
Con este análisis, se emitirá informe que servirá de base en la valoración que sobre la propuesta de candidatura realice el Comité de Patrimonio Mundial.
Este órgano está compuesto por representantes de 21 estados que se mantienen en el cargo por un periodo máximo de seis años, aunque se suele permanecer cuatro para permitir una mayor rotación de miembros.
El Comité es el órgano que adopta la decisión final sobre la inscripción o no de las candidaturas en la Lista de Patrimonio Mundial. El Comité se reúne anualmente en una Sesión en la que, entre otros muchos asuntos, se decide qué bienes son inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial.
Diez criterios de selección
Para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial, la ciudad de Sigüenza deberá demostrar que posee un valor excepcional y cumplir por lo menos, con uno de los diez criterios de selección.
Este decálogo contempla representar una obra de arte del genio creador humano; atestiguar un intercambio de influencias considerable, durante un periodo concreto o en un área cultural o determinada, en los ámbitos de la arquitectura o la tecnología; aportar un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida; o constituir un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana.
También figura en la lista ser un ejemplo eminente de formas tradicionales de asentamiento humano o de utilización tradicional de las tierras o del mar, representativas de una cultura o de la interacción entre el hombre y su entorno natural; estar directa o materialmente asociado con acontecimientos o tradiciones vivas, con ideas, creencias u obras artísticas y literarias que tengan un significado universal excepcional; o representar fenómenos naturales o áreas de belleza natural e importancia estética excepcionales.