Una semana, un museo: Museo del Vino de Valdepeñas

Museo del Vino de Valdepeñas

Sara Santos Beato
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En Radio Castilla-La Mancha difundimos cultura y queremos poner el interés en los museos de la región, con la presentación de uno concreto cada semana. En esta ocasión viajamos a Ciudad Real, lugar en el que se celebra la Feria Nacional del Vino (FENAVIN), para descubrir el Museo del Vino de Valdepeñas.

El museo se encuentra, como no podía ser de otra forma, en una antigua bodega de la localidad, la de Leocadio Morales, de principios del siglo XX. En el Museo del Vino el visitante podrá conocer "la evolución de las prácticas culturales de la vid y la elaboración de los caldos a través de su edificio monográfico, de una forma didáctica e interactiva". Debido a su localización se hace especial hincapié en la historia y tradición de la Denominación de Origen de Valdepeñas.

Leocadio contaba con 25.000 cepas en propiedad, todas de uva tinta. La bodega cesó su actividad en el año 1.975 y más tarde se convertiría en este museo, que cuenta con una superficie de 3.300 metros cuadrados.

Manuel López, director del museo, nos explica que a lo largo del recorrido podemos encontrar distintos utensilios y maquinaria como prensas, trojes, despalilladoras, secadoras manuales, etiquetadoras, taponadoras individuales... Y destaca la última adquisición del museo: una mula mecánica, inventada por dos valdepeñeros, Manuel Villalba y Luis Sánchez, en los años 40, en plena posguerra.

Más allá de la maquinaria que se encuentra en la nave de tinajas, también se puede visitar una exposición fotográfica permanente sobre la vendimia y una sala dedicada al laboratorio de los caldos.

La colección de fotografías es de Harry Gordon, un fotógrafo americano que en el año 1959, atraído por la cultura del vino de Valdepeñas, hizo un reportaje sobre la vendimia de la ciudad. La exposición cuenta con 102 fotografías, todas en blanco y negro.

Galería: La Vendimia según Harry Gordon

A casi nueve metros de profundidad encontramos una cueva con 41 tinajas de barro y sus empotros, todo original, de la bodega de Leocadio Morales, del año 1.901. Nos explica Manuel que "la cueva servía para que los vinos estuvieran de guarda y reposarán en el tiempo, aportándole el vino, al ser tinajas de barro, toques minerales. Cuenta también con una tinajilla del gasto o la tinajilla del bodeguero".

En el museo podemos ver una nave de tinajas de 55 metros de de longitud, con 34 tinajas de 500 arrobas (8.000 litros).