La fotógrafa castellanomanchega Cristina García Rodero es el Premio PhotoEspaña 2017

Redacción CMM
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Cristina García Rodero, natural de Puertollano, es una fotógrafa con una longeva trayectoria profesional enmarcada en el reportaje fotográfico desde un punto de vista muy personal, con marcado carácter antropológico.

Ha sido galardona con el Premio PhotoEspaña 2017, un reconocimiento "al conjunto de su carrera" y la máxima distinción que ofrece el festival. PhotoEspaña, que celebra su vigésima edición, reconoce anualmente la trayectoria de grandes profesionales en el ámbito de la fotografía y las artes visuales, García Rodero ha sido considerada "un referente de la historia de la fotografía española contemporánea".

Durante su trabajo ha realizado numerosas exposiciones de su obra en diferentes países.  Su primera exposición individual fuera de España,  en México bajo el nombre de Fiestas Tradicionales en España, una serie que rescataba su visión del culto y las tradiciones más arraigadas. Entre sus proyectos más importantes, destacan e España Oculta que es su proyecto más ambicioso hasta la fecha que ha sido expuestos a nivel nacional e internacional.

Su obra forma parte de colecciones tan prestigiosas como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, España), el MUSAC (León, España), el Museum of Fine Arts (Houston, EEUU), W. Eugene Smith Memorial Fund (Nueva York, EEUU).

Su obra se exhibe este año dentro de la Sección Oficial de PhotoEspaña 2017 en la muestra "Lalibela, cerca del cielo", en el Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa hasta el 30 de julio.

Una serie  fruto de tres viajes a Etiopía en 2000, 2004 y 2009. García Rodero eligió las fechas en que los fieles celebran ceremonias con motivo de la Epifanía, en enero, y su Semana Santa y quedó especialmente fascinada con la ciudad de Lalibela. Situada en el corazón de las monta­ñas de Etiopía, es un lugar sagrado y centro de devoción para la cristiandad etíope, único país del África negra donde el cristianismo se extendió directamente desde Tierra Santa.

Las imágenes nos transportan a un lugar en que el tiempo parece haberse detenido para sumergirnos con sus ritos y ceremonias en una época que creíamos perdida.

"Atraída por los contrastes del ser humano, se acerca a los escenarios con un estilo poético, desarrollando un relato pasional, de gran fuerza emocional, subrayado, normalmente, por el uso del blanco y negro", subrayan desde el festival sobre la fotógrafa.

En el año 2016 recibió la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha por toda su trayectoria.

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