Cómo se afronta el verano y el calor en la ganadería
Con el exceso de calor, las vacas comen y producen menos. A partir de 23 o 25 grados empiezan a sufrir lo que se denomina estrés calórico. Esto provoca que produzcan leche de peor calidad y la producción descienda hasta los 30 litros por vaca (cuando lo habitual en circunstancias normales es entre 40 y 45 litros). Por eso es tan importante que no pasen calor como el secado con los ventiladores para evitar la aparición de enfermedades.
En caso de calor extremo el pollo puede morir
Peor todavía es el escenario en las granjas de pollos. En caso extremo de calor, el pollo está condenado a morir, pues sufriría para respirar y reduciría cada vez más la ingesta de alimentos. Por eso, en granjas especializadas, utilizan extractores para generar y mantener una temperatura constante de 22 grados.
Un reportaje que hemos podido ver en el programa Ancha es Castilla- La Mancha, que nos acerca las tradiciones, la actualidad y la gastronomía de la región y que se emite de lunes a viernes, a las 21:15h en CMM.