CAMPO
La viruela ovina: 26 brotes y decenas de miles de animales muertos
Los expertos están sorprendidos por cómo lo que comenzó siendo un foco de viruela ovina/caprina en Granada se ha expandido a toda Castilla-La Mancha
Desde este martes, 6.000 explotaciones de ovino y caprino de Cuenca, Ciudad Real, Toledo y Albacete, que tienen alrededor de 3,5 millones de cabezas, están inmovilizadas debido a esta enfermedad altamente contagiosa y con una elevada mortalidad entre los animales pero que no se transmite al humano ni a la leche o al queso que producen.
Esta tarde se ha confirmado un nuevo foco de viruela ovina/caprina en un cebadero localizado en el término municipal de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Fuentes de Asaja que trabajan en la zona han informado de este último positivo y han reclamado una ejecución efectiva de las medidas, "lo mismo que se hizo en Andalucía" con los brotes de Granada, que fueron atajados.
En ese sentido, ha reclamado la paralización "completa" de los movimientos del ganado y el sacrificio de todos los animales de una granja en la que se halle algún positivo antes de cubrirla toda de cal durante el tiempo suficiente.
Importante ser "exhaustivos y persistentes"
Los expertos están sorprendidos por cómo lo que comenzó siendo un foco de viruela ovina/caprina en Granada, que luego dio el salto a Cuenca, ha terminado por expandirse en nuestra región. En el país se ha inmovilizado al ganado tras elevarse a 26 los brotes y decenas de miles los animales sacrificados en el país.
El catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba (UCO), Ignacio García, ha subrayado, en declaraciones a Efeagro, la importancia de ser "exhaustivos" con las medidas de control, limpieza y desinfección al ser un virus "persistente", capaz de estar vivo durante "mucho tiempo" a temperatura ambiente: incluso "meses y años si se dan las condiciones adecuadas".
Destaca también los trabajos desarrollados para erradicar los focos que aparecieron en la provincia de Granada porque se actuó "muy rápida y eficazmente" hasta lograrlo.
No obstante, no descarta que aparezcan nuevos brotes en Andalucía, una vez se han ido relajando las medidas de restricción.
Las movilizaciones, posible causa de la expansión
La decisión de la Junta de Castilla-La Mancha de inmovilizar a los animales se ha precipitado tras la detección estos días de un brote en una finca grande en la provincia de Ciudad Real, alejado de los focos iniciales de Cuenca y del radio de acción de éstos.
El caso de Ciudad Real hace supone que el origen más probable es el movimiento de ganado desde otra zona y de ahí la inmovilización del ganado decretada para frenar la propagación. La medida no tiene fecha final, a la espera de la evolución epidemiológica de la situación.
Las restricciones incluyen limpiar y desinfectar correctamente los medios de transporte y ampliar el ámbito de toma de muestras hasta llegar a 500 explotaciones en dos meses.
Sólo se autorizan movimientos de animales con destino a matadero aunque se podrá seguir recogiendo leche en las explotaciones y los animales también se pueden pastorear.
Indemnizaciones
Desde el primer foco que surgió en la región, en Cuenca, en septiembre de 2022, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha abonado a los ganaderos afectados de la provincia de Cuenca 4 millones de euros en indemnizaciones hasta diciembre, según cuantías marcadas por el Ministerio.
En este momento está elaborando una orden para más compensaciones, por ejemplo, para los ganaderos que vayan a reintroducir ganado en sus explotaciones una vez sacrificado el que tenía.
Los expertos, "asombrados" por su evolución
Los expertos están asombrados porque el primer foco de Benamaurel (Granada), que se detectó el 19 de septiembre y luego se propagó por diversas zonas cercanas antes de saltar a Cuenca, se ha conseguido controlar a pesar de estar en una zona de ganado extensivo.
Mientras tanto, los focos de Cuenca terminaron expandiéndose por la provincia y posiblemente fueron el origen de este salto a Ciudad Real, a pesar de que en Castilla-La Mancha son producciones más intensivas y en ellas se pueden controlar mejor las medidas de bioseguridad, según los expertos.
Los veterinarios españoles no tenían el foco puesto en este tipo de viruela, ya que no aparecía en la cabaña española desde 1968, pero tampoco niegan que había riesgo de entrada porque ya se había detectado algún brote en Grecia y en Bulgaria además de ser endémica en el norte de África.
Por eso, la vía más posible de entrada a España fue cualquier movimiento o desplazamiento desde un país afectado, ya que el virus resiste bien a temperatura ambiente por lo que puede transportarse en ropa u otro material.
Ahora, el objetivo es conseguir que la inmovilización consiga controlar la expansión del virus y no llegue a nuevos territorios.
El director de la interprofesional del ovino y el caprino (Interovic), Tomás Rodríguez, ha indicado a Efe que el objetivo es "parar los brotes". Valora la decisión del Gobierno autonómico que está siguiendo los "protocolos" recomendados con el fin de controlar los focos.