Culpable de homicidio el hombre que mató al compañero de su expareja en Gálvez (Toledo)

Este jueves, los miembros del jurado popular del juicio por el crimen pasional de Gálvez han declarado al acusado culpable de homicidio y de causar lesiones de género a la mujer. 

El acusado de matar a cuchilladas a la pareja de su ex novia a la que también atacó, en un domicilio de la localidad toledana de Gálvez en diciembre de 2021, ha pasado en la última sesión del juicio de no reconocer ningún delito a admitir ser el autor del crimen. 

Lo que el jurado ha apreciado como atenuante de confesión tardía por su colaboración, en los cuatro delitos, pese a que el acusado se negó a declarar en la primera sesión del juicio pero hizo uso de la última palabra este miércoles y reconoció ser el autor del homicidio.

El jurado popular también lo ha declarado culpable de un delito de allanamiento de morada y de quebrantamiento de condena, ya que el procesado tenía vigente una orden de alejamiento cuando entró en la casa de Gálvez en la que residía armado con un cuchillo con el que atacó a las víctimas.

Los testigos del homicidio, la ex pareja del acusado y una amiga que se encontraba en la casa la noche de los hechos, han declarado tras un biombo. 

Según ha explicado el portavoz del jurado -compuesto por seis mujeres y tres hombres-, sus integrantes han decidido por unanimidad declararlo culpable de homicidio atendiendo a las declaraciones de su expareja y de una amiga de la mujer que estaba en la vivienda cuando ocurrieron los hechos, en la noche del 21 de diciembre de 2019.

La primera señaló en la segunda sesión del juicio que espera que el acusado sea condenado: "Si va a salir fuera, yo estoy muerta". Relató ser víctima de episodios de violencia de género, un "calvario" de maltratos y amenazas después de dejarlo para tener encuentros sexuales. 

Su amiga declaró que la noche de los hechos vio llegar al acusado con el cuchillo y que fue directamente a por la víctima y a por su ex pareja.

También han tomado como referencia la declaración que hizo el propio acusado a su compañero de piso, al que dijo que había matado a la pareja de su novia y no sabía si también a ella, además de las pruebas de los agentes de la Guardia Civil que realizaron el reconocimiento ocular y las pruebas de ADN y huellas que colocan al acusado en el lugar de los hechos.

Asimismo, el jurado ha considerado probada la circunstancia agravante de abuso de superioridad dada la diferencia de edad entre el acusado y la víctima (tenía 77 años), así como que entró por la fuerza al domicilio armado con un cuchillo.

La fiscalía pide para él 23 años de cárcel.