OBITUARIO
Toledo despide a la leyenda del ciclismo Federico Martín Bahamontes
La capilla ardiente de "El Águila de Toledo" ha permanecido abierta en el Ayuntamiento hasta las 16 horas, a las 17 horas ha comenzado la misa de funeral en la Catedral Primada.
Toledo da este miércoles su último adiós a Federico Martín Bahamontes, el pionero del ciclismo español que llevó, siempre con orgullo, el nombre de la ciudad imperial allá donde le llevaron sus gestas deportivas, triunfos que traspasaron fronteras en una época en la que estar en la élite no era fácil.
La capilla ardiente, abierta en la Sala Capitular del Ayuntamiento hasta las 16h
Su capilla ardiente, alojada en la Sala Capitular del Ayuntamiento de la capital regional, ha vuelto a abrirse a primera hora de la mañana y así ha permanecido hasta las cuatro de la tarde, cuando el féretro ha sido trasladado a la Catedral Primada.
"El Águila de Toledo" descansa ya en el cementerio municipal tras una misa funeral en la Catedral Primada
Allí, presidida por el arzobispo Francisco Cerro Chaves, se ha celebrado la misa funeral por "El Águila de Toledo", cuyo cuerpo descansa ya para siempre en el cementerio municipal. A este último adiós, han asistido diversas personalidades, entre ellas, el presidente regional, Emiliano García-Page, y vencedores del Tour y de la Vuelta a España como Pedro Delgado, Miguel Induráin y Carlos Sastre.
La última "escalada" de Bahamontes: de Bisagra al corazón de Toledo
El cuerpo de la leyenda deportiva, que fallecía a los 95 años de edad en un centro sanitario de Valladolid, llegaba en la tarde del martes a la ciudad.
Aficionados al ciclismo, familiares, allegados y personalidades, como el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, recibían entre sentidos aplausos al coche fúnebre en la simbólica Puerta de Bisagra, exactamente donde se le recibió en julio de 1959 después de ganar el Tour de Francia, un título nunca antes logrado por un español.
Custodiada por ciclistas, la comitiva fúnebre "escalaba" la Cuesta de Armas para detenerse en El Miradero, justo a la altura de la estatua en honor de Bahamontes para proseguir, después, hacía el Ayuntamiento de Toledo, donde quedaba instalada la capilla ardiente y que, ya en la tarde del martes, era visitada por cientos de personas.
"El Águila de Toledo" no solo ha recibido el cariño de la gente, su cuerpo también ha estado arropado por la Bandera de España y la de la ciudad en la que pasó buena parte de su vida, pero también por la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo, que le fue otorgada en 2003. Su trayectoria y humildad, puesta en valor por numerosas personalidades en las últimas horas, han sido destacadas también por la propia Casa Real.