Síndrome de Asperger: el reto de convivir con ello sin ser diagnosticado

El 18 de febrero está dedicado a las personas con el síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista que pasa inadvertido para la mayoría. Sin embargo, supone un verdadero reto para las personas que conviven día a día con él. Sobre todo cuando no ha sido diagnosticado y termina por afectar su salud mental.

Los movimientos reiterativos o el aislamiento son comportamientos típicos del autismo, sin embargo el Asperger no sólo pasa desapercibido, sino que ni si quiera se identifica porque no afecta a la parte intelectual, sino a la social.

"Al final las relaciones sociales nos afecta en todos nuestros ámbitos de nuestra vida", dice Natalia Radó, terapeuta y directora de Asperger Barcelona.

Su falta de diagnostico afecta sobre todo en mujeres. "Hasta ahora se habían diagnosticado solamente cuatro hombres por cada mujer", señala Pilar Pérez, de la Confederación de Asociaciones de Asperger de España.

Destaca que "no sería de extrañar que nos encontremos a mujeres de edad adulta que no han llegado a su diagnóstico y han tenido problemas de salud mental durante toda la vida".

Una incapacidad social que sin tratamiento preventivo los hace especialmente vulnerables frente los demás y que además dificulta su integración laboral.

"Los que son unos "cerebritos", los que tienen esas habilidades tan especiales y tan interesantes para el resto de la sociedad, es posible que puedan encajar en algún puesto de trabajo que ya exista", dice Pérez, pero se pregunta sobre "aquellas personas cuyo interés no es mercatilizable".

Casi nueve de cada 10 personas con Asperger está en desempleo, ya que su condición aún no se considera discapacidad.