Seis niños ucranianos se incorporan al Moprisala para facilitar su integración a través del balón

El deporte es uno de los elementos integradores más potentes, y una vez más queda demostrado con la historia que hemos conocido en Toledo. El Club Deportivo Moprisala ha incorporado a seis niños ucranianos a sus entrenamientos. Seis pequeños que han llegado a la región como refugiados junto a a sus familiares y que con el deporte quieren olvidar el sufrimiento que han pasado en las últimas semanas.

Ayer pudimos ver como Artiom, Iliya, Zajar, Yasha, Miron y Andrei participaban en el primer entrenamiento del club de fútbol sala toledano, y su presidente José Manuel Sánchez Monroy, contaba a CMM que " los chicos estaban en la puerta esperando y deseando entrar. Cuando hemos llegado, ha sido muy emocionante". El deporte es un elemento inclusivo, aquí la competición no importa, pues se quieren transmitir otros valores y el idioma no es un problema "a través del balón intentaremos que olviden un poco lo que están sufriendo".

Son niños de entre 6 y 17 años, probablemente lleguen más al Moprisala, ya que el club tiene las puertas abiertas.

"En Ucrania tenemos a nuestras familias, nuestra tierra y nuestra vida"

Unos niños que han llegado a Castilla-La Mancha junto a sus familiares. Iyukhymets Dmytro es el padre de Illia y Jakob. Les acompañó a ese primer entrenamiento y ha contado que están intentando cargar de actividades a los niños "para que no piensen en la guerra. Intentamos llevarles a todas las actividades que nos ofrecen".

Algunos tenían en mente unos sueños de futuro, que por desgracia, como cuenta este padre,  puede que no se cumplan. "Todo ha cambiado. Los planes que tenían no sé si podrán cumplirse. Mi hijo mayor quería ser ingeniero. Al pequeño le gusta la natación y quería dedicarse al deporte".

Han tenido que dejarlo todo "casa, negocio, familiares..." y huir de su país. Están agradecidos por la acogida de los castellanomanchegos, pero tienen claro que cuando el conflicto finalice, volverán a Ucrania. "En Ucrania tenemos a nuestras familias, nuestra tierra y nuestra vida". Hasta que eso ocurra, los pequeños seguirán divirtiéndose y sonriendo en el Moprisala.