Una operación iniciada en Ciudad Real, el mayor golpe al tráfico de hachís en Castilla-La Mancha
La Guardia Civil, dentro del marco de la operación Harayco, ha detenido a 30 personas, de las que 20 han ingresado en prisión, por pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y tráfico, distribución y venta de droga.
Desarticulado el mayor distribuidor de cocaína de la provincia de Ciudad Real
Además de las detenciones, se han llevado a cabo 27 registros domiciliarios en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Valencia, Huelva y Cádiz, ha informado la Comandancia Provincial de la Guardia Civil en nota de prensa.
La operación se inició como consecuencia del repunte del consumo de estupefacientes en diversas localidades de la provincia de Ciudad Real, a principios de agosto del pasado año, y ha sido desarrollada conjuntamente entre el equipo contra la delincuencia organizada y antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Ciudad Real y el área de investigación del Puesto Principal de Manzanares.
Las primeras actuaciones desembocaron en una primera incautación de 66 kilos de hachís en el término municipal de Almodóvar del Campo, cuyo destino era la localidad Daimiel, desde donde serían distribuidos a los diferentes puntos de venta en la provincia, así como a otros distribuidores en Toledo.
Durante las investigaciones se pudo averiguar el entramado delictivo que estaban llevando a cabo los integrantes de esta organización, dedicada al tráfico, distribución y venta de hachís y cocaína a nivel nacional, y blanqueo de capitales.
Los detenidos dedicados al transporte la trasladaban desde Cádiz, Huelva y Málaga para el caso del hachís y desde Valencia para el caso de la cocaína, y una vez que la droga llegaba a Ciudad Real, en unas ocasiones y Toledo en otras, pasaba a ser distribuida al resto de miembros de la organización ubicados en estas dos ciudades.
En uno de estos transportes realizado en el mes de marzo desde la provincia de Huelva, el conductor se dio a la fuga de un control de la Guardia Civil en la provincia de Badajoz , lo que originó una persecución que finalizó en la estación de autobuses de Mérida, donde el ocupante el vehículo abandonó el turismo con 10 fardos de hachís en su interior, que arrojaron un peso total de 330 kilos.
27 registros y más de 200 agentes
Una vez que los investigadores obtuvieron las pruebas necesarias, el 8 de junio se realizaron 27 registros domiciliarios en varias localidades de la provincia de Ciudad Real (Ciudad Real capital, Puertollano, Miguelturra, Alcázar de San Juan, Herencia, Daimiel, Torralba de Calatrava e Hinojosas de Calatrava), en la provincia de Toledo (Yuncos e Illescas) y en las provincias de Valencia, Huelva y Cádiz.
Para la ejecución de esta operación la Guardia Civil desplegó un importante dispositivo donde participaron todas las unidades de investigación e intervención de la provincia de Ciudad Real y fueron apoyados por las Comandancias de Toledo, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Cádiz, Huelva y Valencia, así como por integrantes de los Grupos Rurales de Seguridad, de Valencia, Madrid y Zaragoza, y el servicio cinólogico.
En total, formaron un dispositivo de más de 200 agentes de la Guardia Civil.
Los registros se saldaron con la aprehensión de 87 kilos de hachís, 80 de los cuales se localizaron en una “guardería” en la localidad de Daimiel, un kilo y medio de cocaína de alta pureza, un laboratorio indoor de cannabis, 5 bolsas de marihuana, 6 vehículos , más de 100.000 euros en metálico distribuidos en diferentes viviendas y diverso material relacionado con la elaboración de la droga. EFE
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