Las Oficinas de Intermediación Hipotecaria evitan 75 desahucios en Castilla-La Mancha
Las Oficinas de Intermediación Hipotecaria de Castilla-La Mancha han atendido a un total de 2.658 familias y han evitado la ejecución de 75 lanzamientos de viviendas desde su puesta en marcha en octubre de 2015.
El director general de Vivienda y Urbanismo, José Antonio Carrillo, ha hecho un balance "muy positivo" del trabajo que en este tiempo han llevado a cabo las seis oficinas que la Junta ha puesto en marcha en las cinco capitales de provincia y Talavera de la Reina y que prestan asesoramiento técnico, jurídico y social.
Según los datos de la Consejería de Fomento, del total de familias atendidas en la región, 2.413 corresponden a expedientes hipotecarios, mientras que 245 han solicitado sus servicios en el apartado de arrendamientos.
Carrillo ha explicado que las oficinas nacieron con el fin de ofrecer asistencia y orientación a las familias y ciudadanos de la región en riesgo de perder su vivienda a causa de una ejecución hipotecaria, aunque con el tiempo han ido ampliando sus servicios para atender también posibles desahucios de viviendas en alquiler e, incluso, resolver cuestiones relacionadas con las cláusulas suelo.
El director general ha hecho hincapié en que se han evitado 75 desahucios en Castilla-La Mancha y, por tanto, "75 familias que tenían fecha de salida de su casa han podido mantenerla".
Parejas con hijos menores, el perfil más habitual
El perfil más habitual de los demandantes de ayuda suele ser, cuando se trata de viviendas en propiedad, el de parejas de entre 35 y 50 años, con hijos menores a su cargo, de nacionalidad española y, en general, en riego de exclusión social o con problemas económicos y laborales graves.
Si bien, Carrillo ha remarcado que en 2018, al igual que ha ido evolucionando el sector y la situación económica, también lo ha hecho el perfil de los ciudadanos que han requerido sus servicios.
Ha incidido en que la composición de la "unidad de convivencia" ha ido cambiando y cada vez llegan más solicitudes de familias monoparentales, desestructuradas o en trámite de separación o divorcio, lo que complica llegar a acuerdos y obtener soluciones de consenso entre los propietarios de la vivienda.
Por otra parte, cuando se trata de viviendas en alquiler, el perfil más habitual es el de parejas entre 25 y 40 años, con hijos menores a su cargo, extranjeros y, al igual que ocurre con las viviendas en propiedad, en riego de exclusión social o con problemas económicos y laborales graves.
En estos casos, la labor que se presta desde las oficinas es informativa, con asesoramiento jurídico y social, y el desahucio suele ser inevitable.
"Esto es una muestra de que la sociedad evoluciona y estamos intentando atender esa realidad y adaptarnos a la misma", ha señalado el director general, para quien "las necesidades son muchas y el recurso útil", de manera que continuará prestando sus servicios, aunque también "seguirá evolucionando".
EFE