El número de turistas chinos aumenta en Toledo por el Año Nuevo Lunar

Las celebraciones por la Fiesta de la Primavera en China, o el Año Nuevo Lunar como se conoce en Occidente a las celebraciones que se desarrollan por el Extremo Oriente en estas fechas, está teniendo su incidencia en el número de visitas a la capital toledana.

Son pocas las vacaciones que tiene los orientales, pero una de las temporadas más comunes son las dos semanas que rodean al cambio lunar. Este año la fecha marcada en rojo ha sido el 5 de febrero y a partir de ella se establece un periodo en el que el incremento de visitantes orientales aumenta en nuestro país.

Buscan la singularidad y la gastronomía

El turista oriental, ha diferencia del europeo no viene buscando sol y playa, sino un turismo cultural y de interior, más enfocado a la gastronomía y singularidad. Por eso, Toledo es un referente dentro de sus destinos preferentes.

Las cifras en el número de pernoctaciones han aumentado durante el pasado año a nivel regional, de hecho el número también se ha incrementado entre los nacionales.  Y Toledo encabeza el listado de los destinos más demandados.

Aunque China sigue siendo un país con grandes desigualdades sociales, el crecimiento económico ha favorecido el incremento de turistas hacia el exterior. Al mismo tiempo, las posibilidades del gigante asiático han sido bien vistas por Occidente, facilitando y promocionando el turismo a España en general y la gastronomía en particular.

Viajan en grupo

A la hora de viajar, los chinos también tienen sus costumbres. La primera es que sólo suelen salir al exterior una vez al año, el 85% por ciento, según datos del sector,  suelen viajar acompañados, en familia o con amigos, así como contratar los servicios mediante agencias y en viajes organizados.

Hay dos fechas muy marcadas, la principal es la Semana Dorada que es la del Año Nuevo chino, y las vacaciones nacionales en octubre. Otras fechas preferentes son los meses de abril y mayo.

El perfil de turista chino tiene entre 25 y 45 años, y busca singularidad, gastronomía y compras y no suele quedarse más de 2 o 3 noches. Viajar es para ellos, una forma de manifestar su estatus social.