MEDICINA
Se necesitan radiofísicos, una especialidad fundamental en los hospitales
Su función es la de controlar la calidad de los equipos de radioterapia y garantizar la seguridad de los pacientes oncológicos.
Se necesitan radiofísicos. Una especialidad hospitalaria, relativamente joven, que cada vez tiene más presencia en centros sanitarios, a medida que se incorporan nuevos equipos tecnológicos, cada vez más avanzados.
Detrás de los oncólogos y la radioterapia, están ellos. Los radiofísicos son una figura que se ha hecho fundamental en la lucha contra el cáncer.
Paco Clemente es uno de ellos. Es radiofísico en el Hospital Universitario de Toledo. Su función es la de controlar la calidad de los equipos de radioterapia, para que los diagnósticos y tratamientos sean óptimos, pero también para garantizar la seguridad de los pacientes.
Nos ha explicado que trabajan con "precisiones milimétricas": "Por debajo del milímetro en algunos casos, y a nivel de cantidad de radiación”.
Personalizan los tratamientos para evitar efectos no deseados
Evalúan riesgos y personalizan la dosis adecuada para cada caso, "de manera que no se produzcan efectos no deseados".
"El oncólogo radioterápico nos dice qué quiere tratar, qué dosis quiere dar al tumor, para destruirlo, y nosotros diseñamos el tratamiento para que ese tumor reciba la dosis máxima posible que quiere dar el médico y que los órganos que están alrededor reciban la menor dosis de radiación", explica Marisa Chapel, Coordinadora Red de Expertos Radiofísicos y Protección Radiológica de Castilla-La Mancha.
La radioterapia no podría funcionar sin ellos, su papel en los hospitales es fundamental. El uso médico de tecnologías cada vez más sofisticada incrementa sus funciones y les exige cada vez más formación.