La mutilación genital femenina: una grave violación de los derechos humanos de mujeres y niña

Hoy se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Una práctica que, aunque parezca mentira, todavía en 2024 afecta a millones de mujeres y niñas en todo el mundo. 

La Fundación Kirira, dedicada a la promoción de los derechos de las mujeres y la erradicación de prácticas perjudiciales pone el foco un año más en esta importante problemática.  Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que más de 200 millones de mujeres han sido sometidas a mutilación en 31 países, principalmente de África, Asia y Medio Oriente. Año a año ponen el foco en estas cifras. "En este problema no se ha avanzado nada", ha asegurado en CMM, María Boente, responsable de proyectos de la fundación.

En los últimos 30 años la fundación ha visto una reducción de esa prevalencia. Una niña tiene un tercio menos de probabilidad de sufrir estas prácticas tradicionales nocivas, especialmente la mutilación gracias al trabajo de diversas organizaciones como Kirira. Pero lamentan que eventos como la covid, la inflación o la sequía pongan en riesgo todos estos avances. Por eso, aseguran que "la lucha continúa".

Pese a la reducción de casos, se cree que hay miles de niñas en nuestro país que siguen sufriendo esta mutilación. Se trata de migrantes procedentes de países donde la práctica es habitual. Hablamos de más de 80.000 mujeres. En concreto, son más de 18.000 niñas en edad de sufrir esta práctica, con lo que el riesgo continúa.

Un protocolo en Castilla-La Mancha

En 2017  la fundación  Kirira junto a otras organizaciones firmó un protocolo con  la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través del Instituto de la Mujer. Es un protocolo a nivel sociosanitario y educativo para poner el foco en la prevención, en detectar casos o posibles casos de niñas que estén en riesgo de ser mutiladas. 

Se trata de una guía, un recurso más para saber detectar en qué momento hay que activar esas alarmas y sobre todo, proteger la integridad de la niña. "Especialmente pensamos siempre cuando hay un viaje en origen, cuando una familia tiene unas tradiciones muy fuertes y sobre todo la madre ha sufrido la mutilación genital femenina, entonces ahí se activa las alarmas y es multidisciplinar, con lo cual varios agentes, tanto de policía, nivel sanitario, educativo u organizaciones privadas nos juntamos para proteger los derechos de la niña".

La mutilación es una de las formas más extremas de violencia machista. "Nosotros canalizamos y damos alternativas tanto económicas como sociales, como educativas para poder salir un poco de ese círculo de dependencia en el que las niñas se ven inmersas al nacer porque nunca entienden de dónde viene esta tradición, porque su madre está mutilada, su abuela también y al final son las propias mujeres las que llevan a la niña a pasar por este proceso". Puedes ver la entrevista completa, aquí: