Juicio en Caudete: los forenses declaran que la muerte de los dos bebés fue violenta y tenían lesiones previas

Daniel Urda Banegas
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Continúa el juicio contra los padres acusados de matar a sus bebés en Caudete (Albacete).

Hoy han declarado los forenses que hicieron las autopsias de los dos bebés fallecidos.

Han sido contundentes en sus declaraciones: los dos bebés murieron por muertes violentas y ambos bebés tenían importantes lesiones previas a las que les produjeron la muerte.

Han asegurado además, "que debieron ser muy dolorosas", ya que que no fueron atendidas, por lo que no se detectaron.

El primer bebé falleció a los cuatro meses por un fuerte golpe en la cabeza.

Así lo reveló la autopsia: el bebé tenía fracturas previas, en una vértebra y la clavícula, por las que no fue llevado al médico y que los padres no explicaron.

El segundo, un año después, a la misma edad, asfixiado por la rotura de las costillas.

En este caso, en la autopsia se comprobó que tenía otros 18 callos de fracturas anteriores.

El menor de los hijos de la pareja tenía también un fémur roto.

Los menores fueron criados en "un ambiente hostil"

Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, en septiembre de 2017, nació un hijo de los procesados y que, desde su nacimiento, le sometieron "a un ambiente hostil, desatendiendo sus llantos y poniendo la música alta para evitar escuchar sus llantos" y que, además, le propinaban golpes.

El escrito recoge fuertes episodios de violencia contra el menor al que, incluso, le fracturaron un hueso y por el que no acudieron a que recibiera asistencia sanitaria.

Además, cuando el bebé tenía 4 meses, el 19 de enero de 2018, de madrugada, "de común acuerdo, lo sujetaron y le golpearon la cabeza contra una superficie dura, de forma violenta".

El bebé agredido ingresó en el Hospital de Albacete en estado grave y se le diagnosticó muerte cerebral el 23 de enero de ese año, por el que se abrió un proceso judicial en Almansa (Albacete) por estos hechos.

Los episodios violentos continuaron con su segundo hijo

El 18 de febrero de 2019 el matrimonio tuvo otro hijo y siguió viviendo en Caudete y como con su anterior hijo, le golpeaban "con violencia", informaba el fiscal.

El matrimonio, en lugar de llevar al niño al médico por sus lesiones tras las agresiones, pedían consejo sobre las mismas a la madre de él -abuela del menor- que "aconsejaba a los padres no acudir a los servicios sanitarios, ya que ella podía curarlo practicando artes de curandería".

El 23 de mayo de 2019 el matrimonio, "de común acuerdo", asestó al menor fuertes golpes que le fracturaron diversas costillas, unas lesiones que le produjeron una insuficiencia respiratoria que hubiera requerido de ingreso hospitalario.

El escrito detalla que el menor no fue llevado a ningún centro sanitario y recibió "medidas de curandería" por parte de su abuela.

Los episodios violentos siguieron y en la madrugada del 29 de junio de 2019, con cuatro meses de edad, el menor murió en su domicilio a consecuencia de los golpes que recibió, de nuevo, en las costillas y que le produjeron un colapso respiratorio y una grave insuficiencia respiratoria.

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