Incautan 1.400 kilos de tabaco de contrabando en una operación iniciada en C-LM
tabaco contrabando
La Agencia Tributaria ha aprehendido el pasado 22 de enero más de 1.400 kilos de tabaco de contrabando en una nave industrial de Valdemoro, en Madrid. Hay tres detenidos, miembros de una organización que en menos de cuatro meses había vendido tabaco por valor de más de un millón de euros.
La operación, denominada 'Hobo' e iniciada en septiembre de 2017, la han llevado a cabo funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Aeat en Castilla-La Mancha, según ha explicado la Agencia Tributaria en un comunicado.
Los contrabandistas vendían el tabaco en internet utilizando un portal de venta entre particulares, lo que fue detectado por los funcionarios, que localizaron la nave de Valdemoro en la que se preparaban paquetes de distinto peso que se distribuían por empresas de transporte.
Fabricaban su propio tabaco
Los detenidos fabricaban sus propias labores de tabaco publicitandolas con distintos nombres, numerosos teléfonos y continuas renovaciones en un portal gratuito de anuncios de ventas entre particulares, con el objeto de aparentar no ser una organización.
En la nave trabajaban, al menos, cuatro personas en la fabricación, empaquetado y expedición de las labores de tabaco, con un volumen de salidas diario de 20 a 50 cajas diarias de paquetes de un kilogramo.
El pasado 22 de enero los investigadores de la Aeat solicitaron al juzgado de guardia de Valdemoro autorización de entrada y registro en la nave, que se realizó ese mismo día y en la que se intervinieron 1.120 kilos de hoja de tabaco troceada, 328 kilos de picadura a granel embolsada y empaquetada, cuatro mesas picadoras, una picadora manual, dos básculas y 1.705 euros.
En la operación se ha detenido y puesto a disposición judicial a tres de las cuatro personas que estaban trabajando en la nave, todas de nacionalidad rumana y a las que se imputan los delitos de contrabando y contra la Hacienda Pública.
Además de estos delitos, la Aeat ha subrayado que los detenidos publicitaban su producto como "natural", pero infringían todas las normas de control sanitario, trazabilidad, etiquetado y las encaminadas a garantizar la salud pública y prevenir el tabaquismo.
De hecho, las hojas de tabaco fraccionadas, de procedencia y tratamientos desconocidos, se almacenaban sin cuidado en el suelo de la nave, de donde pasaban directamente a las picadoras y a unas bolsas sin etiquetas.
