ENTREVISTA CMM
Gómez-Cornejo, Medalla de Oro en las Bellas Artes: "La luz tiene una importancia vital"
Juan Gómez-Cornejo, iluminador valdepeñero, ha conversado en CMM sobre la importancia de este reconocimiento para su profesión
Juan Gómez-Cornejo
El Ministerio de Cultura ha reconocido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y al iluminador valdepeñero Juan Gómez-Cornejo.
Es la primera vez que este reconocimiento llega a un artista de la luz, y por ello, Gómez-Cornejo, ha conversado en Castilla-La Mancha Despierta sobre lo que supone para él este reconocimiento y sobre la importancia de su profesión en el arte.
Reconocimiento a una profesión
La medalla concedida por el Ministerio de Cultura «reconoce a la iluminación como un arte» y como una parte esencial del teatro y para Juan Gómez-Cornejo no se trata únicamente de una satisfacción personal, si no también se trata del "reconocimiento a una profesión que es bastante desconocida".
"Es un honor representar a los iluminadores que se dedican a esta profesión"
Juan Gómez-Cornejo comenzó a estudiar magisterio en Madrid, pero fue en su último año cuando abandonó los estudios para dedicarse al teatro. Su inmersión en el mundo teatral fue "una cuestión bastante casual". En sus principios colaboraba en salas en Madrid haciendo labores de publicidad, cartelería, entre otras. De esta forma descubrió la luz y su parte técnica.
"Algo que era casual y fortuito se convirtió en un trabajo continuo que me fue enganchando"
Al iluminador valdepeñero le resulta complicado explicar en qué consiste su trabajo. Para expresarlo utiliza un símil con la pintura : "Mi trabajo consiste en pintar un cuadro. Una escena de un cuadro en movimiento. Los pintores tienen una paleta de colores y yo tengo una paleta de luces". "Se trata de componer una iluminación en el escenario para que la historia que se esté contando llegue al público de una forma correcta o lo más correcta posible".
Aunque el trabajo del iluminador se asemeje a la pintura, este arte se nutre de otras disciplinas: de la escultura y de la fotografía.
"Es un compendio como todas las artes, en el que te nutres de todo lo que te rodea", indica el iluminador.
La iluminación tiene un punto de vista que expresa y compone de una manera lo más adecuada y bella posible las imágenes que se ven en el escenario para que lleguen al público de una forma nítida y correcta. Se trata de una disciplina que, a pesar de haberse incorporado más tarde, tiene una importancia relevante, según Gómez-Cornejo.
"Cada vez hay más gente que cuida la luz y que nos dedicamos a este arte"
Desde la Asociación de Autores de Iluminación, de la cual fue presidente Gómez-Cornejo, buscan que en las escuelas de arte dramático se estudie la luz del mismo modo que se estudia la escenografía o la interpretación, "que sea una disciplina más que se pueda estudiar en nuestro país y que la gente que quiera estudiarla no se tenga que ir fuera de España", Gómez-Cornejo durante su entrevista en Castilla-La Mancha Despierta.
Proceso lento
El trabajo del iluminador es "un proceso lento que se va cociendo en casa, desde el momento en que te presentan el proyecto", como indica el valdepeñero. El iluminador se reúne con el director o directora de la obra, que ofrece los cauces por los que empezar. A partir de ahí, el profesional de la luz debe estudiar la escenografía y la propuesta del espacio. Estas labores pueden alargarse durante un año, apunta Gómez-Cornejo.
Además, este lamenta el poco tiempo del que disponen los iluminadores para la elaboración de su trabajo.
"Tristemente no disponemos de mucho tiempo para la elaboración de la luz, porque los espacio y los teatros te dan unos días limitados"
Un musical puede llevar un mes, una obra de teatro, una semana. "Es una labor entretenida que tienes que hacer en soledad y luego corroborarla con los actores y actrices para ver si lo que te has inventado funciona", finaliza Juan Gómez-Cornejo.
