La guerra del agua entre el Tajo y el Segura se acentúa con el cambio climático

embalse entrepeñas

Alba Córdoba de la Cruz
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El cambio climático está causando diversos problemas en las tierras del sureste de la Península, con la sequía que amenaza a Doñana y a su vez la alarmante caída de precipitaciones. Estas consecuencias también traen consigo un problema a la 'guerra del agua' en torno a los caudales desde el río Tajo a la del Segura.

La "solidaridad" es un concepto que reclaman tanto los municipios del interior del alto Tajo para reclamar su derecho a utilizar este bien escaso, como también los usuarios del Levante, que lucha por sobrevivir con su forma de vida: la conocida como 'huerta de Europa'.

En sus cuatro décadas de vida, el acueducto Tajo-Segura ha transferido un volumen medio anual de algo más de 300 hm3, de los cuales 2/3 partes han ido al regadío y el 33 % a abastecimiento urbano.

En pleno debate sobre la modificación de las reglas del trasvase, que reducirán las transferencias mensuales al Segura, María Ángeles Sierra, la presidenta de la Asociación de municipios ribereños de los embalses de cabecera del Tajo, los de Entrepeñas y Buendía, señala que los vecinos quieren poner fin a los trasvases porque sin agua en la cuenca cedente no hay posibilidades de desarrollo "de ninguna clase" y la gente "se va de los pueblos".

Pérdida de habitantes en la España interior

Los 22 municipios ribereños han perdido uno de cada cinco habitantes en los últimos 10 años hasta quedar en unos 9000. Por ello, Sierra confía en un acuerdo sobre "unos mínimos no trasvasables que permitan dar vida a los pueblos", toda vez que los dos pantanos están solo al 22 % y 25 %, respectivamente, de su capacidad.

[caption id="attachment_97587" align="alignnone" width="1024"] Embalse de Entrepeñas, en Guadalajara, el día 28 de octubre de 2021[/caption]

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez, apoya un "criterio básico de solidaridad para que todos los ciudadanos tengan acceso al agua en cantidad y en calidad suficiente". Desea lo mismo tanto para las áreas manchegas que sufren la sequía como "para el resto de territorios del país, también para el Levante".

Martínez está convencido de que las últimas medidas del Ministerio de Transición Ecológica para reducir los envíos mensuales harán que caiga poco a poco el agua al Segura, una situación de la que los regantes receptores son "conscientes", al percibir que "su futuro depende de las desalinizadoras y no del trasvase, porque cada vez hay menos agua".

Defender el trasvase por los empleos

Por el contrario, el consejero murciano de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Antonio Luengo, ha defendido que es vital defender un trasvase basado "en la solidaridad entre comunidades que permite mantener cerca de 100.000 empleos directos e indirectos" en la región y que es beneficioso medioambientalmente por mantener unos regadíos que detienen la desertificación.

[caption id="attachment_97583" align="alignnone" width="1024"] Varios trabajadores del campo de lechugas en en la pedanía murciana de Lobosillo.[/caption]

El presidente de los regantes receptores de la conducción (SCRATS), el murciano Lucas Jiménez, ve el previsible recorte de caudales motivado más en las decisiones políticas que en necesidades ecológicas del Tajo, y ha advertido de que la disminución provocará un daño "irreparable" a los habitantes del sureste.

Desde la patronal empresarial murciana (Croem) ven "intocable" el trasvase para sostener el PIB regional, y urgen a que deje de estar sometida a las actuales tensiones e "incertidumbres".

El Tajo-Segura que abastece a un millón de habitantes

Desde el sur de la Comunidad Valenciana, el director del Instituto del Agua de la Universidad de Alicante, Joaquín Melgarejo, coincide en que el agua del Tajo es "totalmente insustituible e imprescindible" porque afecta a "toda" la estructura socioeconómica. Esto es así porque más del 60 % del regadío de Alicante depende el Tajo y más de 1,2 millones de habitantes de la provincia bebe de esta fuente.

Según Melgarejo, más del 95 % de la superficie regada con el trasvase es por goteo, lo que hace que la sustitución del Tajo-Segura por otras fuentes (como la desalinización) no se justifique ambientalmente por el mayor coste energético, económico y también "contrario a las normas de la 'economía verde' y, por lo tanto, de la transición ecológica".

[caption id="attachment_97585" align="alignnone" width="1024"] Tuberías que transportan el agua del trasvase Tajo-Segura, a su paso por la huerta oriolana.[/caption]

Para el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, "la desalinización nunca da un agua de tan buena calidad como la de lluvia, la del trasvase, y además genera residuos como la salmuera, además de necesitar una gran cantidad de energía que no tenemos, y menos hoy, para bombearla e impulsarla tierra adentro".

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